Es urgente detener el genocidio que perpetra el Estado sionista de Israel, respaldado por EE.UU., contra el pueblo palestino
Solo es posible por la complicidad de los gobiernos, los partidos y las organizaciones sindicales
Más de 54.000 muertos, decenas de miles de heridos, más del 90% de los edificios han sido destruidos. Todo a la vista de todo el mundo. Estamos frente a una escalada terrorífica de Israel, que busca exterminar al pueblo palestino y extenderse en Oriente Medio atacando otros países.
Un panel de expertos respaldados por la ONU denuncia “riesgo crítico de hambruna”. Proyectó que decenas de miles de niños podrían sufrir desnutrición aguda si las restricciones continuaban.
Israel mantiene el bloqueo a la entrada de comida, aunque anunció que lo flexibilizaría para permitir ayuda humanitaria en Gaza después de dos meses de prohibiciones. La prohibición israelí de ayuda humanitaria comenzó a principios de marzo, al finalizar la fase inicial de un alto el fuego de dos meses entre Israel y Hamás. Los palestinos han recibido muy pocos, o ninguno, de los alimentos, combustibles y medicamentos que necesitan con urgencia.
Según Israel, decenas de camiones con suministros han cruzado a Gaza por el cruce fronterizo de Kerem Shalom, que controlan. Naciones Unidas informa que no ha podido trasladar ningún camión desde Kerem Shalom a depósitos dentro de Gaza. Previamente habían informado que algunos cargamentos de harina podrían llegar esta semana y que solo sería una pequeña reducción del hambre diaria. Los retrasos en la distribución de la ayuda en Gaza se traban mientras Israel amenaza con una nueva gran ofensiva terrestre.
Las organizaciones de ayuda suspendieron sus operaciones ante la disminución de las reservas de alimentos y el aumento vertiginoso de sus precios. Productos como las berenjenas y los tomates suelen venderse a precios exorbitantes. Algunos comedores populares gestionados por organizaciones benéficas aún consiguen guisar lentejas y otros alimentos básicos para multitudes de palestinos desplazados. Todo lo demás no está disponible o es demasiado caro. Los funcionarios responsables de la ayuda humanitaria advertían que la hambruna generalizada ya se había convertido en una realidad cotidiana.
Benjamin Netanyahu, rechazó las críticas internacionales y reiteró su amenaza de una escalada drástica de la guerra en Gaza. Describió la inminente ofensiva terrestre como el golpe final y decisivo contra Hamás, añadiendo que, al finalizar, «todo el territorio de Gaza estará bajo control de seguridad israelí».
El 21 de mayo los soldados israelíes dispararon en Jenin, Cisjordania ocupada, contra 30 diplomáticos europeos, (de España, Francia, Italia, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Reino Unido, Portugal, Rumania, Países Bajos, Finlandia, Italia, Alemania, Lituania, Bélgica, todos países que tienen buenas relaciones con Israel) y árabes, junto a periodistas, de recorrida por la zona. Estaban haciendo entrevistas cerca de la entrada al campo de refugiados.
Italia, Bélgica, España, Francia y Turquía condenan el tiroteo en Jenin y exigen explicaciones.
Israel solo puede cometer semejantes atrocidades por el apoyo incondicional de EE.UU. y las principales potencias europeas, que le han garantizado toda la impunidad durante 75 años. Y la complicidad de los gobiernos de los países árabes que miran para otro lado.
Reino unido, Francia, que integran el Consejo de Seguridad de la ONU ahora dicen que quieren imponer sanciones a Israel, EE.UU. ha declarado que la gente se está muriendo de hambre en Gaza y comenzó a sugerir que la crisis humanitaria se estaba descontrolando. Trump afirmó la semana pasada que “mucha gente se muere de hambre” en la Franja de Gaza. Tras estos comentarios las autoridades israelíes cedieron el domingo por la noche y anunciaron que comenzarían a permitir la entrada de pequeñas cantidades de alimentos. Tarde, muy tarde, para criticar de palabra. Ninguna medida efectiva, real para detener el genocidio. Incontables paquetes de sanciones económicas contra la Federación Rusa, por la guerra en Ucrania, ni uno solo contra el sionismo terrorista.
New York Times informa que “Esta semana, Gran Bretaña, Francia y Canadá denunciaron el bloqueo israelí y la ofensiva terrestre planeada con una crudeza inusual, calificándolos de “desproporcionados” y “atroces”. El martes, el gobierno británico anunció la suspensión de las negociaciones para la ampliación del acuerdo de libre comercio entre ambos países como protesta. El miércoles el papa León XIV se unió a quienes pedían que se permitiera la entrada de ayuda a la Franja de Gaza. Describió la situación como “cada vez más preocupante y dolorosa” e instó a “la entrada de ayuda humanitaria digna y al cese de las hostilidades””. Las Naciones Unidas denuncian el genocidio de Israel al igual que tribunales internacionales.
Las denuncias buscan acomodarse frente al repudio que provoca en las masas el horror que se vive. Pero esos mismos gobiernos reprimen y persiguen a los manifestantes que se solidarizan con el pueblo palestino. Es necesario exigir a los gobiernos, a los partidos, a los sindicatos, medidas urgentes para sancionar y bloquear económicamente y comercialmente a Israel, boicotear sus empresas, impedir que sigan suministrándole armamentos. DEBEMOS TERMINAR CON LA IMPUNIDAD DE ISRAEL.
Debemos redoblar las campañas denunciando el genocidio y la complicidad que lo permiten. Los principales medios de comunicación hacen causa común con el terrorismo sionista acusando de antisemita a todos quienes nos pronunciamos en defensa del pueblo palestino, de su derecho a la autodeterminación. Debemos impedir que se naturalice la masacre. LA RESPUESTA ES AHORA, ¡ES URGENTE!
(Nota de Masas n°480 – POR Argentina)