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Sólo podremos terminar con Milei, con su política de entrega y destrucción de derechos, con los métodos, la organización y con la política de la clase obrera

Se profundiza la crisis económica. No aparecen síntomas de fin de la recesión provocada. El consumo sigue cayendo. El poder adquisitivo de la población sigue retrocediendo porque sus ingresos se ajustan por debajo de la inflación real, se sigue perdiendo poder adquisitivo. Siguen los despidos de trabajadores, ya son cientos de miles de nuevos desocupados. Las tarifas siguen ajustándose y consumen una parte mayor del ingreso. El índice de inflación se redujo pero la plata no alcanza para comprar lo esencial. El Gobierno quita subsidios a los más necesitados. Crece la pobreza. La situación se ha vuelto insoportable.

El Gobierno no suma reservas. Crecen las importaciones. Cierran fábricas locales. La balanza comercial será negativa. Crece el endeudamiento del país. El superávit de presupuesto es una mentira, no contabilizan los intereses de cada mes. Los especuladores financieros internacionales ya instruyeron retirarse de pesos y posicionarse en dólares. Sube el precio del dólar y se aleja sin retorno del piso que pretendía Milei. Suben bruscamente las tasas de interés en pesos para tratar de impedir que demanden dólares. Se termina por ahora la bicicleta financiera. La inversión extranjera directa es negativa. No solo no ingresan inversiones sino que los extranjeros se retiran pese a todas las ventajas que les ofrecen. Las privatizaciones no avanzan. Se termina la temporada de exportaciones del agro. Sube el “riesgo país” que imposibilita refinanciar las deudas o tomar nuevas deudas en el exterior. Si sube la cotización del dólar arrastrará a los precios… El “modelo” Milei vuelve a fracasar como las veces que se aplicó anteriormente, provocando una mayor reprimarización del país. Ganan los especuladores financieros más poderosos. Ganan las grandes empresas monopólicas a las que liberaron precios y tarifas y levantaron todo tipo de restricciones y regulaciones.

Es en este marco que se produce un choque con los gobernadores. Todos. Reclaman por las deudas de la Nación que no les transfiere lo que les corresponde por Ley. Reclaman por obra pública. Reclaman por la retención ilegal del impuesto a los combustibles que debe destinarse al mantenimiento de las rutas. Los gobernadores ya no le garantizan los votos en el Congreso como el año pasado, le hacen sentir su minoría. El poder de extorsión del Gobierno nacional ha quedado limitado. Tuvo que suspender su viaje a Tucumán el 9 de Julio por la ausencia masiva de gobernadores. En ese marco se produce el choque entre sectores del mismo Gobierno por las candidaturas y por el control del Gobierno. Y aparecen todo tipo de denuncias de corrupción que afectan a distintos sectores del Gobierno y aliados. Se profundiza el choque entre Milei y su vicepresidenta Villarruel. Los militares siguen rechazando involucrarse en la represión interna. Divulgaron las condiciones de la compra de los aviones F16. Apuesta fuerte a un acto político en Córdoba en los próximos días para dar una señal de fortaleza y unidad.

El país aparece más sometido que nunca a los dictámenes del imperialismo, al programa del FMI, que controla al detalle los pasos del Gobierno y manipula la Justicia y los medios de comunicación. El Gobierno se suma abiertamente al genocidio contra el pueblo palestino y la guerra contra Irán, como si fueran políticas propias. Queda más expuesto al caos que impone EE.UU. pretendiendo ser amo y señor de nuestros países.

En ese marco se producen movilizaciones y cortes todo el tiempo de sectores que resisten a los despidos, que reclaman por salarios o presupuesto. Es más visible la parálisis de la CGT que no quiere coordinar las luchas, no quiere pelear por salarios y jubilaciones, no quiere pelear por los puestos de trabajo. Algunos sindicatos empiezan a desbloquearse y se suman a las movilizaciones, a coordinar acciones. Los resultados electorales de las últimas elecciones muestran un ausentismo histórico, expresando pérdida de ilusiones en el Gobierno y también en la oposición.

Debemos hacer consciente todo este proceso para prepararnos para la explosión de la crisis, llamando a terminar con esta política antinacional y destructiva con los métodos y con la política de la clase obrera. No es posible reactivar la economía, crear cientos de miles de puestos de trabajo, recuperar la obra pública, abrir las fábricas, conseguir el presupuesto necesario para educación, salud y vivienda, si no se termina con el FMI y su programa, si no se desconoce toda la deuda, y recuperamos todas las empresas privatizadas para el Estado, y todos los recursos, si no nacionalizamos el comercio exterior y la banca. ¡Dólares hay! ¡Hay plata! La tienen un puñado de grandes capitalistas que son los dueños del país. Es con ellos que debemos terminar. De esto no habla ni puede hablar la oposición que dice querer derrotar a Milei. La clase obrera, su vanguardia, debe debatir cómo terminar con las políticas miserables de la burguesía y prepararse para imponer su propia política. 

(Editorial de MASAS n°484)