Bolivia: Lo que se viene después de las elecciones: Un verdadero garrotazo económico contra el pueblo boliviano
¿Cuál debe ser la respuesta obrera y popular para enfrentarlo?
Preparanos para las futuras batallas, recuperando la central obrera boliviana y fortaleciendo nuestros sindicatos bajo el principio de la independencia político sindical
Sea cualquier candidato que se haga de la silla presidencial, tanto de la derecha neoliberal como de la falsa izquierda proburguesa y protransnacional, aplicarán desde el primer día de asumir el gobierno, medidas neoliberales anunciadas por todos los candidatos en los foros debates y entrevistas. Levantarán la subvención a los carburantes, de golpe o gradualmente, no importa, el efecto será que se dispararán todos los precios de los artículos de la canasta familiar, de los insumos productivos, del transporte, etc. Privatizarán las empresas estatales productivas (COMIBOL, YPFB, ENDE, ENTEL, BOA, etc.) y cerrarán las improductivas con el recorte y el despido del personal. Recortarán el presupuesto para educación y salud, promoviendo su descentralización y también privatización de estos vitales servicios públicos. En el ámbito laboral, reformarán la Ley del Trabajo vigente, anulando sindicatos, desconociendo y abrogando las conquistas sociales establecidas en la ley, y profundizando la dictadura de los patrones privados sobre los trabajadores. Liberalizarán de manera irrestricta y total las exportaciones de los agroindustriales terratenientes del oriente, lo que empujará nuevamente al alza de los precios del aceite, arroz, azúcar, harina, carne de res, de cerdo. Endeudarán a los bolivianos con millonarios prestamos del FMI y otros. Entregarán nuestros recursos naturales como el litio, oro, plata, zinc, gas a poderosas transnacionales que ya se afilan las uñas para asaltar Bolivia. Se abrirá un período neoliberal desde el gobierno, que al igual que en 1986, hoy en el 2025, también es consecuencia del fracaso de reformismo proburgués del MAS a la cabeza de la administración estatal. Son los responsables de que las tendencias neoliberales levanten cabeza y muy posiblemente se impongan en estas elecciones nacionales.
Es un equívoco creer que mediante el voto y curules en el nuevo parlamento, se frenará la aplicación de estas medidas que se vienen. Al nuevo gobierno neoliberal y su paquetazo económico se lo derrotará en las calles y caminos. Sólo con los métodos de lucha de la clase obrera junto a los campesinos y todos los oprimidos, que es la acción directa, defenderemos la economía familiar de los trabajadores y la estabilidad de los empleos.
Compañeros mineros, fabriles y pueblo en general, sólo podemos confiar en nuestras fuerzas para encarar la lucha. Y de lo que se trata es de rearmar y fortalecer nuestras organizaciones sindicales, vecinales, etc. Para ello necesitamos recuperar nuestra Central Obrera Boliviana y demás direcciones sindicales, hoy en día estatizadas y manipuladas por una pandilla de burócratas masistas. Solamente volviéndole a dar a las bases credibilidad en sus direcciones sindicales nacionales, podremos convertir a la COB, FSTMB, CSTFB, CSUTCB en direcciones que unifiquen y centralicen la lucha a nivel nacional. Y de esta manera derrotar al nuevo gobierno y sus pretensiones vendepatrias y hambreadoras. Dotarnos de una nueva dirección sindical, pero con “Independencia Sindical y Política” frente al nuevo gobierno, sea quien sea. Es decir, retornar al “Sindicalismo Revolucionario” y a la ideología revolucionaria del proletariado. Esta es la línea política a seguir, y que los trabajadores debemos debatir en nuestro congresos y asambleas a realizarse.
Un voto consecuente con lo planteado anteriormente, es el voto nulo y blanco, puesto que desde antes de las elecciones mantenemos distancia e independencia frente a todas las versiones políticas de la clase dominante que incluye a la falsa izquierda, sin comprometer a la clase obrera con ninguna tendencia burguesa o proburguesa. No podemos ser cómplices de la asunción del neoliberalismo al poder, ni aferrarnos a lo que queda de los impostores masistas, fracasados y corruptos igual que los neoliberales.
(POR Bolivia – Masas n°2845)
Bolivia: El falso socialismo masista ocasionó un grave daño al movimiento obrero y popular
Lo nocivo es que desnaturalizaron y distorsionaron lo que significa la ideología revolucionaria al interior del sindicalismo boliviano. Hoy en día, para importantes sectores de trabajadores hablar de “socialismo” (viendo lo hecho y desecho por estos), es hablar del MAS, es hablar de corrupción, y de parcialidad con los dueños del capital. Ante los ojos de los explotados, se tergiversó y se deformó la teoría revolucionaria, haciendo aparecer que lo que hicieron estos gobiernos falsamente revolucionarios, sería socialismo.
Considerando que a nivel mundial la clase obrera sufrió una derrota política muy importante con la caída de la URSS, y en Bolivia, con la relocalización de decenas de miles de mineros. Es en este contexto histórico y político, que desde 2006 se suma la nefasta influencia revisionista de estos falsos izquierdistas que han renegado de los lineamientos centrales de marxismo. Sustituyendo la teoría de la lucha de clases y del papel dirigente del proletariado en los procesos revolucionarios, por nuevas teorías posmodernas de conciliación de clases y de surgimiento de nuevos actores sociales de vanguardia, etc.
Después de 20 años, la influencia perniciosa de la ideología indigenista posmoderna del MAS profundizó la despolitización del movimiento obrero. Las nuevas generaciones de trabajadores desconocen los principios del “Sindicalismo Revolucionario”, su historia y tradición de lucha. También están fuertemente presentes en las filas obreras la tendencia acomodadiza de colarse al gobierno de turno cualquiera que sea, todo para recibir favores o dádivas personales, lo que llaman los burócratas “sindicalismo de gestión”. Asimismo, las corrientes de un sindicalismo “apolítico” y “apartidario” que sólo favorecen a los dueños del capital, contribuye a la despolitización de los trabajadores.
El 2019, salvo el caso del Bloque Cívico del Sur dirigido por los trotskistas, el proletariado no levantó sus propias consignas y su propia estrategia revolucionaria frente a la caída del gobierno burgués del MAS y las pretensiones de la vieja derecha de retornar al poder. Lo que fue determinante para que la salida a la crisis política se impusiese desde la derecha burguesa, y que luego, tras la evidencia del retorno al poder de lo más reaccionario, racista y proimperialista de la vieja derecha, va a redundar en un retroceso en el proceso de ruptura de las ilusiones de las masas obreras y populares con la impostura proburguesa del MAS. Pero no se trató de un retorno al principio, sino un retorno pero en condiciones superiores, la experiencia pasada de la incapacidad, la subordinación a la burguesía y la corrupción de los MASistas en el poder seguía ahí en el subconsciente de las masas. El gobierno de Arce, que fue la continuación y profundización de la política proburguesa y proimperialista del MAS se ha encargado de ajustar cuentas con lo que quedó de esas ilusiones en el proletariado minero y tras él, la nación oprimida.
Definitivamente el masismo reformista y proburgués cumplió un papel contrarrevolucionario confundiendo y desorientando a los trabajadores. Estatizando los sindicatos y haciendo olvidar la razón de existencia de estos, como también la necesaria independencia política y sindical para enfrentar la explotación de los capitalistas y del Estado burgués. Tarea sucia operada por la burocracia sindical (dirigentes corrompidos convertidos en sirvientes sumisos antes a Evo Morales y ahora vendidos por conveniencia a Arce Catacora).
(De: Documento LI Congreso del POR)