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Acindar suspende 500 trabajadores

La siderúrgica Acindar es parte del sector estratégico de la industria y fundamental para la ciudad de Villa Constitución que cuenta con 52.000 habitantes. Otra vez es paralizada por una semana, hasta el lunes 4, según la UOM.

La planta fabril operaba al 50% de su capacidad instalada desde principios de 2024.

Se pararon dos sectores clave de la acería, el tren laminador N°1, donde trabajan 60 operarios y el área de reducción directa, con 40 obreros. “Por el momento, sólo siguen operativas la planta de Alambres y una pequeña unidad que produce barras especiales para amortiguadores y tornería fina”. Desde mayo está paralizado el trende laminado N° 2. Son 76 compañeros que estaban suspendidos.

Según la UOM la empresa busca operar en niveles mínimos, ya que acumula un excedente mensual de entre 15.000 y 20.000 toneladas de acero sin poder colocar en el mercado.

Acindar pasó de producir entre 100 mil y 120 mil toneladas mensuales de acero en sus distintas manufacturas, a solo 50.000 en los últimos meses. Desde finales de 2023, su proyección de 1,2 millón de toneladas de laminado anual decreció a menos de 600.000 toneladas para 2025.

Acindar es controlada por el grupo de origen indio Arcelor Mittal. Su excusa es la caída de ventas en el mercado interno por la paralización de la obra pública, y el aumento de la importación de acero desde China. Arcelor Mittal tiene otras plantas en Rosario, San Nicolás, Mercedes y La Tablada, que por ahora continúan en actividad.

Los efectos también resienten otras empresas siderúrgicas como Ternium, Aluar y Tenaris. La recesión en 2024 golpeó dos sectores clave: caída del 12,4% de la actividad industrial y de 19,5% en el índice de la construcción. La Cámara Argentina del Acero (CAA) informa que la producción de acero crudo se desplomó 8,6% intermensual en junio y laminados en caliente 20,9%.

Desde la Comisión Interna de Acindar afirman que la empresa aprovecha este contexto para reducir lo máximo posible sus plantillas, reabrió los “retiros voluntarios” para el que desee renunciar.

Esta crisis se suma a la de Tierra del Fuego. Se anunció un paro para el 6 de agosto ante la falta de respuestas del gobierno nacional a sus reclamos en defensa de los puestos de trabajo, la industria nacional y el derecho a seguir viviendo en la Provincia. En realidad, el Gobierno no tiene nada que ofrecer.

El deterioro de la economía no se detiene. Es importante la actitud de los trabajadores de defender los puestos de trabajo y cómo se han ganado la solidaridad de la población en sus luchas. Pero es fundamental comprender que el capital financiero internacional impone una política de destrucción de la industria, de apertura de las importaciones y que la burguesía local no se resiste, se entrega mansamente y los más poderosos se dedican a importar destruyendo lo que fue construido durante décadas.

Esta actitud de las patronales se traduce en resignación, derrota y entrega por parte de los partidos patronales y las instituciones. El Gobierno empuña conscientemente esta política que destruye fuerzas productivas sirviendo servilmente a las órdenes del FMI. El futuro será mucho peor si no terminamos con este Gobierno y con la clase que lo sostiene. No será por medio de las elecciones ni en el Congreso. No alcanza con hacer buenos diagnósticos y denuncias, hace falta una política independiente de la clase obrera que apunte a la raíz del problema: la incapacidad de la burguesía para conducir el país.

(Artículo de MASAS n°485)