El peronismo (nacionalismo burgués) es incapaz de materializar la liberación nacional
El ensayista, sociólogo y escritor Alejandro Horowicz señaló que tanto el gobierno como la oposición tienen un mismo y único programa, el programa del FMI. Que la presidenta por dos veces y vicepresidenta una vez Cristina Kirchner se dio cuenta (tardó pero se dio cuenta) que necesita un programa de gobierno. Hicieron reparos por los modos del presidente, por sus dichos, pero nada sustancial que convoque a la sociedad a salir, movilizarse por las propuestas. Pero hasta ahora no dicen con qué programa enfrentarán al gobierno y se proponen gobernar.
En su análisis se refirió a Perón que, detenido en la isla Martín García, no tenía idea de la multitudinaria movilización de los trabajadores pidiendo por su liberación. Estaba planificando casarse y tomar unas vacaciones de luna de miel (carta de Perón a Evita el 14 de octubre) y el 17 de octubre tuvo que ponerse a la cabeza de la movilización ya liberado y pidiendo que los trabajadores volvieran a sus hogares. Así se creó el peronismo. ¿Perón creó el 17 de octubre o el 17 de octubre creó a Perón?
El intento de magnicidio sobre Cristina Kirchner no logró crear un nuevo 17 de octubre. El encarcelamiento de Cristina, pese a generar una masiva movilización, tampoco provocó un nuevo 17 de octubre. Los soviets en Rusia no los creó Lenin. Los movimientos de masas importantes a nivel mundial son generados de abajo hacia arriba no de arriba hacia abajo. Porqué las masas van a salir en masa por alguien que no les propone objetivos, programas que entusiasmen y generen masiva adhesión de un pueblo que más bien está desilusionado.
Frustrado por las expectativas generadas y no cumplidas por los gobiernos y políticos actuales. Y quienes generaron esas frustraciones vuelven con lo mismo generan las reacciones de rechazo a las elecciones y así tenemos estos porcentajes de no votantes como nunca antes.
El nacionalismo burgués está agotado históricamente y nada puede hacer para recrearse sobreviviendo del recuerdo de su pasado que no puede sino generar frustraciones tras frustraciones. Que lo que corresponde es luchar porque una nueva clase social tome el poder y prosiga su desarrollo histórico. Creemos que esa nueva clase social es única y exclusivamente la clase obrera dirigida por su vanguardia revolucionaria que unifique al conjunto de los oprimidos de la ciudad y del campo para luchar por el poder político para materializar su propia estrategia política, su propio programa de gobierno: reorganizar la sociedad sobre bases socialistas.
La única clase social capaz de materializar la liberación nacional de toda opresión imperialista y la liberación social de toda explotación capitalista. Reorganizar la producción y distribución de cada cual según su capacidad a cada cual según su necesidad. Capaz de desarrollar integralmente la industria, la técnica, las ciencias y tecnologías, la educación y las artes conquistando la plena realización del individuo y del conjunto de la sociedad.
La soberanía política de la Nación Argentina y la postración histórica de la burguesía nacional al imperialismo
La desintegración capitalista mundial desespera al imperialismo yanqui por mantener su hegemonía política e imponer sus condiciones económicas, sociales y educativas que convaliden dicha hegemonía política y económica en todo el mundo y sobre todo en las naciones semi-coloniales de América Latina. Así se arroga el derecho de imponer sanciones económicas (aranceles) a todas las naciones del mundo de acuerdo a sus propios intereses nacionales.
El agotamiento histórico del sistema de producción capitalista desde comienzos del siglo se acentúa sin parar desde entonces imponiendo nuevas condiciones mundiales que amortigüe las contradicciones que éstas imponen (mayor concentración de la producción y del capital financiero mundial, vía Primera y Segunda Guerra Mundial) destruyendo fuerzas productivas y de ellas su factor más importante LAS FUERZAS DE TRABAJO para seguir sobreviviendo un nuevo período hasta agotarlo nuevamente y así sucesivamente, sin solución de continuidad.
La dictadura del capital, a través de su factor determinante que es el capital financiero internacional (FMI, Banco Mundial, Club de Paris, BID, etc.) pone nuevamente en peligro al conjunto de la humanidad promoviendo la Tercera Guerra Mundial si no aceptamos sus imposiciones, si no nos subordinamos a sus intereses y los favorecemos renunciando a toda aspiración de independencia nacional, social, cultural, técnica, científica y económica.
El futuro embajador de EE.UU. en Argentina Peter Lamelas declara públicamente que viene a la Argentina para que Cristina Kirchner tenga la justicia que merece, la acusó de estar involucrada en el encubrimiento de la causa AMIA. Que va recorrer las 23 provincias del país para que estas rechacen toda la influencia maligna de Cuba, Venezuela, Nicaragua, China e Irán. “Trabajaré para garantizar que los recursos de la Argentina, su energía y sus minerales críticos, beneficien a ambas naciones. Estados Unidos desea ser el socio predilecto de la Argentina en su reapertura a los mercados globales y para que en las próximas elecciones, la población vote a favor de Javier Milei”.
Con este gobierno queda más claro que nunca que somos una colonia de EE.UU. Así quién dirige política y económicamente la Argentina es el gobierno de EE.UU. y el FMI. Hubo una reacción inmediata de Cristina Kirchner, Axel Kicillof y un grupo de diputados y senadores de UP que repudiaron estas declaraciones y pidieron al gobierno de Estados Unidos que no lo designe embajador en Argentina.También el partido socialista de Rosario envió una carta al gobierno de Milei pidiendo rechace su designación como embajador por la grave intromisión en los asuntos internos de la república Argentina.
Sin embargo, debemos recordar que no hubo tales reacciones frente a las fraudulentas deudas externas tomadas por la dictadura del `76 y los diferentes gobiernos “democráticos” que lo sucedieron y las fraudulentas privatizaciones de Menem. Se reconocieron todas las deudas fraudulentas declaradas judicialmente y pagadas por los gobiernos de Néstor, Cristina Kirchner y Alberto Fernández. Ninguna privatización fue re-estatizada excepto las AFJP. Aerolíneas e YPF fueron argentinizadas comprando 51% de las acciones. Argentina fue devastada y los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner y Alberto Fernández lo convalidaron. Estos actos demuestran la bancarrota histórica de la burguesía nacional y la necesidad de que los intereses nacionales y sociales pasen al poder de la clase obrera.
La clase obrera necesita imperiosamente conquistar su independencia política de la burguesía nacional, especialmente del peronismo, para levantar sus propias banderas como clase, desarrollar su propia política, su programa, su estrategia histórica. El agotamiento del capitalismo mundial hace obsoleta a la burguesía como clase social dominante y su subordinación al imperialismo enterró la soberanía política nacional y todas nuestras aspiraciones nacionales y sociales desmantelando todo desarrollo técnico, industrial y científico; nuestra cultura, educación y arte, entregando todo nuestro presente y futuro a los intereses del imperialismo yanqui.
La clase obrera debe ponerse de pie, agrupar en su entorno al conjunto de los trabajadores y oprimidos en un Frente Único Antiimperialista para luchar por desplazar a la burguesía y tomar el poder para liberarnos de la opresión imperialista y de toda explotación capitalista y ser capaz de desarrollar nuestra economía de este lastre capitalista y darnos la posibilidad de desarrollarnos integralmente como nación y como sociedad. Sólo el Socialismo nos hará libres y nos unificará al conjunto de la humanidad tras nuestros objetivos comunes a través del Comunismo.
(Artículo de MASAS n°485)