masas-489

70 años del Golpe militar que derrocó a Perón

Juan Domingo Perón fue elegido por segunda vez presidente en las elecciones del 11 de noviembre de 1951, para el período 1952-58. Participó el 88,16% del padrón y obtuvo 63,62% de los votos.

El Golpe se autodenominó “Revolución Libertadora” estuvo precedido por levantamientos militares y el acto terrorista más grande de la historia: el bombardeo de la Plaza de Mayo el 16 de junio de 1955 (ver Masas 481) que dejó cientos de muertos y heridos. La Iglesia Católica fue la cara visible de la oposición que expresaba los intereses de la oligarquía y del imperialismo. Pasan los años, pasan décadas, y se siguen utilizando las palabras “libertad” y “república” en los peores ataques contra los derechos civiles y sociales de los oprimidos.

Como ocurrió en 1930 y luego en 1966 y 1976, los militares golpistas actuaron por cuenta de esos intereses, contra la Nación.

El Golpe se inició en una guarnición de la Escuela de Artillería en Córdoba el 16 de septiembre atacando la Escuela de Infantería. Las fuerzas armadas estaban divididas (en particular el ejército) y un sector leal al Gobierno se pasó al terreno de los golpistas.

Simultáneamente con Córdoba se comanda elgolpe desde Puerto Belgrano. La base naval más grande de la Argentina con asiento en Punta Alta, y de la cual depende la Base Comandante Espora, situada a 9 km de Bahía Blanca, que tenía en aquel entonces una magnitud de poder relevante, era la principal base aeronaval.

En Córdoba tuvieron activa participación los autodenominados “comandos civiles revolucionarios”. El lema era “Cristo vence” y “Dios es justo”. Luego se sumaron las Guarniciones de Mendoza y San Luis. Cuando Córdoba vacilaba y algunos percibían el fracaso del levantamiento, en el interior y en Capital los efectivos leales pasaban a las filas de los golpistas, principalmente mandos medios y bajos; entre ellos los capitanes Jorge R. Videla, Albano Harguindeguy y Carlos Dalla Tea, en el Colegio Militar de la Nación, destacadas figuras de la dictadura genocida del ´76.

La acción de la Armada fue determinante. El almirante Rojasdeclaró un bloqueo al Puerto de Buenos Aires, y advirtió que la Flota de Mar bombardearía los depósitos de petróleo de Dock Sur y la destilería deYPFde La Plata; ese día en horas de la mañana había destruido los depósitos de petróleo de Mar del Plata.

El 17 de septiembre el gobierno comenzó a movilizar varias columnas del ejército leales para combatir los focos rebeldes. En la medida en que esas tropas avanzaban por la provincia de Buenos Aires, los aviones que despegaban de la Base Espora bombardeaban los puentes carreteros y ferroviarios impidiendo su paso, o directamente apuntaban contra el regimiento si este no se rendía.

El Regimiento N° 5 de Infantería, con asiento en Bahía Blanca, decidió no plegarse al levantamiento. Fue el primero en sufrir los bombardeos de los aviones de la Marina de Guerra.

Los regimientos de Olavarría, Tandil, Azul y Mar del Plata,que se dirigían hacia Bahía Blanca para combatir el alzamiento, fueron acosados por las bombas de los aviones golpistas y tuvieron que desviarse hastaSierra de la Ventana.

Por otros caminos viajaban el Regimiento N°3 de La Tablada, la Caballería de Santa Rosa, y el N° 5 de Artillería de General Pico, pero el ataque insistente de los bombarderos navales los obligó a refugiarse en los pueblos bonaerenses cercanos, que fueron testigos de las bombas. El Regimiento de Infantería N°3, unidad que había participado en la defensa de la Casa de Gobierno el 16 de junio, fue el que recibió la mayor parte del fuego aéreo.

El domingo 19 las tropas leales al mando del general Eusebio Molinuevo, refugiadas en Tornquist, se rindieron ante la amenaza de Rial de bombardear el pueblo.

Eva Moreira también describe que otro violento enfrentamiento se produjo en Ensenada, donde unidades sublevadas de la escuela naval cruzaron el Río Santiagopara tomar la ciudad de La Plata. La avanzada fue resistida por integrantes de la Guardia de Infantería de la policía de la Provincia junto a vecinos de esa localidad obrera. La llegada de las tropas leales al Regimiento de Infantería N° 7 con asiento en La Plata marcó el repliegue de los marinos y su posterior retiro de la Capital provincial. Esta breve descripción muestra las intervenciones militares más significativas de esos días.

Perón renunció sin dar la batalla necesaria para aplastar el levantamiento. En la victoria del Golpe pesó más la parálisis del Gobierno que el poder de fuego de sus oponentes. Perón contaba con el apoyo de la mayoría en el ejército. Sectores del movimiento obrero estaban dispuestos a defender al que consideraban su Gobierno, su intervención habría sido decisiva. Perón temió quedar preso y condicionado por esa radicalización que preocupaba al ejército.

Dos semanas antes del Golpe Perón ya había anunciado su “retiro” y la clase obrera paró convocada por la CGT y se movilizó en forma multitudinaria a la Plaza de Mayo para darle su apoyo. Según Julio Godio solo Cooke intentó dar a esa movilización una perspectiva agitando contra la oligarquía y la gran burguesía, planteando la ocupación de fábricas: “han de silenciarse los yunques, y pararse las máquinas y detenerse los arados, hasta que millones de hombres y mujeres tengan la seguridad de que el general Perón continuará presidiéndolos…”. El discurso de Perón en ese acto criticó a la oposición que no aceptó la tregua propuesta y arengó: “a la violencia le hemos de contestar con una violencia mayor”, la multitud contestaba gritando “¡la vida por Perón!”, y Perón a su vez respondió contagiado por el fervor popular: “¡Y cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de los de ellos!” pero Perón mostró que no estaba decidido a que esa consigna se llevase a la práctica.

El 20 septiembre el general Perón se dirigió a la embajada de Paraguay, y luego a la cañonera de ese país, fondeada en el puerto de Buenos Aires, para partir hacia el exilio. El 23 de septiembre asumió como presidente golpista el general retirado Eduardo E. Lonardi.

La “purga” posterior en el Ejército fue notoria. Cientos de oficiales y miles de suboficiales fueron pasados a retiro obligatorio prematuramente. El general Lonardi fue destituido por sus pares en un golpe palaciego el 13 de noviembre de 1955 y asumió el general Pedro Eugenio Aramburu.

Perón y el peronismo serían proscriptos por 18 años, hasta las elecciones de marzo de 1973. El Golpe impidió que la clase obrera y la mayoría oprimida pudieran completar su experiencia con el que consideraban su Gobierno pero los límites del nacionalismo burgués quedaron expuestos. En su momento de mayor fortaleza no hubo disposición a enfrentar y terminar con la oligarquía terrateniente.

Sólo la clase obrera acaudillando a la mayoría oprimida, con sus propios métodos de lucha puede terminar con los golpes, los golpistas y sus mandantes. Nunca los podremos detener con leyes, votos o discursos.

(Artículo de Masas n°489)