Sigue la protesta en Ecuador desafiando el estado de excepción declarado por el Gobierno
Las protestas contra el gobierno de Daniel Noboa han paralizado Ecuador desde hace dos semanas, protestas que inicialmente tuvieron un alcance limitado pero que se han intensificado con el paso de los días. La huelga ha provocado también cierres de carreteras. La organización indígena Conaie convocó el 18 de septiembre a un paro nacional “inmediato e indefinido”.
El 28 de septiembre una persona perdió la vida en una de las manifestaciones en la ciudad andina de Cotacachi, en la provincia de Imbabura, al norte de Quito. Se registran más de 80 heridos y cientos de personas detenidas.
El motivo de la protesta: la eliminación de los subsidios al diésel.Los manifestantes dicen que las comunidades más desfavorecidas serán las más afectadas por la eliminación del subsidio.
El gobierno anunció el 12 de septiembre el fin del subsidio al diésel debido al alto costo que suponía para el Estado. Le permitiría un ahorro de 1.100 millones de dólares al año. Sus críticos aseguran que generará un aumento considerable al costo de vida y tendrá un impacto aun mayor en los pequeños agricultores, los pescadores y las comunidades indígenas del país. La eliminación del subsidio hará que los precios del diésel pasen de US$1,80 a US$2,80 por galón, un aumento del 56%.
Los dos últimos presidentes también intentaron acabar con los subsidios al diésel, pero las protestas masivas los obligaron a dar marcha atrás.
El Gobierno declaró rápidamente, después de la convocatoria a paro nacional, el estado de excepción en un total de siete provincias del país. Tras el crecimiento de las protestas, que calificó como violentas, Noboa extendió el estado de emergencia a 10 de las 24 provincias del país y suspendió durante sesenta días el derecho a la libertad de reunión. El Gobierno acusa a varios de los manifestantes de terroristas, adelantó que cinco personas detenidas serían procesadas por terrorismo e intento de asesinato. Al igual que en otros países de la región las fuerzas represivas acusan la “infiltración” de terroristas en las movilizaciones para justificar su represión brutal.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), la mayor organización indígena del país, denuncia que sus miembros fueron “detenidos arbitrariamente”. Denunció además una “brutal acción policial y militar” y una “violencia orquestada contra el pueblo movilizado”. “Entre los agredidos hay mujeres de la tercera edad”. Ha rechazado “el uso letal de la fuerza por parte de las Fuerzas Armadas contra comuneros indígenas”. A los manifestantes, que son en su mayoría miembros de comunidades indígenas, se les han sumado centenares de estudiantes en Quito, la capital.
La unidad antiimperialista de los oprimidos apoyada en sus propios métodos de lucha es fundamental para derrotar las políticas del capital financiero. La clase obrera debe intervenir con sus organizaciones y sus propios reclamos tomando todas las reivindicaciones de la mayoría.
(Artículo de Masas N°490 – POR Argentina)
