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¡Ya salió! La revolución china, documentos de León Trotsky

Todo el mundo mira hacia China. ¿Cómo fue posible que una de las naciones más atrasadas y sometidas del planeta, con sus 500 millones de campesinos, se convierta en una de las principales potencias económicas? Para los marxistas no es ningún secreto que la liberación de los pueblos depende exclusivamente de la expropiación de la burguesía, de la expulsión del imperialismo y el establecimiento de la dictadura del proletariado. No hay cómo entender la China moderna si no se estudia seriamente la historia de sus revoluciones.

Ya en 1927 Trotsky planteaba que China tenía una importancia fundamental, que lo que “pasa dentro de ese país decide no solamente su suerte, sino también el destino de la Internacional Comunista”.

El Partido Comunista Chino, fundado en 1921, había sido prontamente deformado por Stalin y Bujarín, conducido a integrarse y someterse al partido burgués del Kuomintang, bajo la estrategia de la revolución por etapas, conformando el primer frente popular.

Para Trotsky la traición a la que se conducía a la revolución china era tan importante como la que estaba ocurriendo en la misma Unión Soviética. De hecho, ambas (la política interna y la política exterior del estalinismo) formaban una unidad basada en el programa del “socialismo en un solo país” y la coexistencia pacífica con el imperialismo. 

Es por esa razón que luchó encarnizadamente por revertir la orientación de la Internacional Comunista hacia China, intentando prevenir una traición que, de materializarse, podría aplastar al proletariado durante un largo período histórico. Trotsky y la Oposición de Izquierda sostuvieron con firmeza la necesidad de romper la subordinación al Kuomintang y la estrategia de la “revolución por etapas”, garantizando la total independencia política del Partido Comunista, enarbolando la estrategia de la dictadura del proletariado.

Trotsky no pudo evitar la masacre a la que fue conducida el proletariado y el Partido Comunista Chino por la política estalinista, que llevó a la práctica disolución del partido, obligado a emprender la Larga Marcha y a refugiarse en el campesinado para sobrevivir. Sin embargo, sus pronósticos, sus críticas y, sobre todo, las tesis de la revolución permanente, se vieron plenamente confirmadas en el curso de la revolución. En 1945 se rompería la segunda alianza entre el Partido Comunista Chino y el Kuomintang (establecida con el objetivo de expulsar a Japón) y se reanudaría la guerra civil que concluiría en 1949 con el aplastamiento de las fuerzas nacionalistas, dando lugar al Estado Obrero chino, la República Popular de China.

Hoy la importancia de China no solo no ha disminuido, sino que se ha exacerbado. El imperialismo estadounidense la considera como su enemigo estratégico, le ha declarado la guerra comercial y empieza a apuntarle con sus cañones. En todas las semicolonias se libra una batalla por limitar y erradicar la influencia China.

La selección de artículos de Trotsky sobre China que aquí presentamos incluye prácticamente todo lo que se encuentra disponible en español. Hemos tomado la difícil decisión de publicar solo la segunda parte de “El gran organizador de derrotas” (los apartados dedicados a China) con el objetivo de reducir el tamaño de esta publicación, pero no podemos más que sugerir al lector el estudio completo de estos documentos. Anexamos la autocrítica de Chen Tu Siu, quien fuera el primer Secretario General del Partido Comunista Chino, quien aplicó las directrices estalinistas y que, luego del aplastamiento de la segunda revolución china, fue convertido en chivo expiatorio del estalinismo. Chen Tu Siu reconoció la justeza de las críticas de Trotsky y se convirtió en uno de los líderes de la Oposición de Izquierda en China.

Ediciones Proletarias Juan Yañez

Octubre de 2025

(Artículo de Masas N°490)