Bolivia: Respuesta a la LORCI-PTS

Bolivia: Respuesta a la LORCI-PTS

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A lo largo de décadas el PTS y otras organizaciones de Argentina han intentado hacer pie en Bolivia, sin conseguirlo jamás. Al igual que aquí son incapaces de desarrollar el programa de la clase obrera, y piensan que basta con mandar plata desde Buenos Aires para crear una organización basada en un funcionario rentado. Nos tomamos el trabajo de responder a sus calumnias contra el POR boliviano porque si bien en Bolivia pueden pasar como una simple broma (de hecho sus artículos parecen escritos para Argentina más bien que para Bolivia), en nuestro país se han alineado con el nacionalismo burgués peronista tras una caracterización que busca negar la intervención de las masas en Bolivia y embellece al descompuesto Movimiento al Socialismo de Evo Morales.

Ya hemos mencionado en otros artículos el sinnúmero de organizaciones sindicales, políticas y sociales que ha exigido la renuncia de Evo Morales. No nos detendremos aquí a mencionarlas, pueden consultarlas en el periódico Masas n°361. A quienes no quieran creer en lo que dice el POR les sugerimos que se tomen el trabajo de buscar las resoluciones de los sindicatos, cabildos y comités en todo este período y contrasten los análisis y las políticas que han desarrollado cada una de las organizaciones.

El POR, por su tradición y su actual intervención en la lucha de clases, es una referencia para la vanguardia en Bolivia y en el mundo entero. Los grupos como la LORCI-PTS creyeron que podían apoyarse en las ilusiones en Evo Morales para construir una organización de izquierda sin principios (un “partido centrista de izquierda legal” decía su mentor Nahuel Moreno). Por eso se lanzaron hace algunos años a construir un Partido de Trabajadores… con la burocracia de la Central Obrera Boliviana (COB), es decir, con los mismos dirigentes que pidieron la renuncia de Evo, a quienes acusan de “golpistas”. En Brasil llamaron a votar por Haddad (del PT) y plantean como salida de la crisis en Bolivia la consigna burguesa de Asamblea Constituyente. Quienes nos critican pueden decir muchas cosas, pero no saben de qué se trata la independencia política.

 

Las notas publicadas por “Izquierda Diario” sobre Bolivia ocultan y deforman los acontecimientos que terminaron con la caída de Evo Morales

Nuestros críticos ocultan especialmente la realización de los cabildos, la coordinadora de los Comités Cívicos del Sur, sus resoluciones, no informa sobre los sindicatos y la COB pidiendo la renuncia de Evo. No informa sobre la caravana del Sur ni sobre los ataques arteros que sufrió por parte del MAS. Oculta estos fenómenos y oculta el contenido de las resoluciones de cabildos y asambleas sindicales. Las notas están dirigida a los lectores de Argentina u otros países, no a Bolivia.

Fue un vasto movimiento de masas el que terminó con el gobierno de Evo, que se expresó en los Comités Cívicos, Cabildos, paros, marchas, manifestaciones. El fraude electoral unificó nacionalmente todas las protestas y reclamos que desde hace años se vienen registrando.

La crónica que realiza la prensa burguesa que simpatiza con el kirchnerismo presenta los hechos en Bolivia como una movilización que empezó con las elecciones, dirigida por la derecha y terminó en un golpe. Quiere hacer creer que el MAS sigue representando a la mayoría oprimida. Las movilizaciones y choques profundos con el gobierno del MAS tienen años. La burguesía confiaba en que quien mejor podía contener y controlar a las masas era ese gobierno, pero la crisis que se potenció con las elecciones dejó al desnudo el hartazgo de las masas y su incapacidad para disciplinarlas.

La movilización popular buscó terminar con el gobierno autoritario, represor, que potenció el agro negocio y la concentración de los terratenientes, y la entrega de los recursos a las multinacionales y dio la espalda a los principales reclamos campesinos e indígenas.

Pero también puso de relieve el escaso respaldo popular que tenía el gobierno. No pudo convocar a las masas en su defensa, en custodiar la Casa de Gobierno. Los burócratas no pudieron movilizar a sus bases, que tendieron a pasarlos por encima.

El MAS venía retrocediendo electoralmente, había perdido el referendo de febrero de 2016; en diciembre de 2017 hubo un contundente rechazo al gobierno en la elección de candidatos al poder judicial con 70% de votos blancos y nulos (días después que se conociera que el Tribunal Constitucional Plurinacional había habilitado a Evo para la re reelección); no logró el millón de votos a que aspiraba en las PASO de enero de 2019, logró 400.000 votos, en buena parte con el voto obligatorio y controlado de funcionarios y sectores vinculados a las burocracias. En la primera vuelta, aún con sus cálculos, la mayoría también votó en su contra.

 

Al poner el centro de su política en la denuncia del golpe, Izquierda Diario contribuye a expropiar a las masas haber tirado al gobierno del MAS

Se suma a Evo Morales y a todas las corrientes nacionalistas burguesas y reformistas de Latinoamérica y el mundo, a colocarse como víctimas de una conspiración golpista y tapar que fueron las masas, mayoritariamente, las que dieron la espalda al MAS. Un gobierno de derecha, autoritario, asociado a la gran propiedad, felicitado por el Banco Mundial y el FMI por su política fiscal. Es curioso que nunca menciona los sindicatos mineros y la COB pidiendo la renuncia a Evo, direcciones corruptas y burocráticas sometidas al MAS que ante la presión de sus bases no tuvieron más remedio que abandonar a su Jefe.

Curioso golpe donde las FFAA y la policía autoacuartelada se niegan a reprimir el movimiento popular. Evo Morales quedó acorralado por su impotencia para contener la movilización y convocar a sus bases. Creía que el apoyo de los grandes capitalistas y el imperialismo era suficiente para mantenerse. O renunciaba y se escapaba o tenía que reprimir fuertemente al movimiento, esta última alternativa ya no estaba a su disposición. Curioso golpe donde el gobierno cae sin que se dispare un solo tiro y la cúpula militar no asume el gobierno sino que es desplazada al día siguiente.

 

Desconocer los movimientos regionales es entregar a las masas a la burguesía

El artículo de la LORCI-PTS habla despectivamente de “los cívicos”, dando por sentado que son movimientos reaccionarios mostrando nuevamente su desconocimiento de la realidad boliviana. Los comités cívicos son una organización Civil integrada por representantes de diferentes sectores: Comerciantes, colegio de abogados, médicos, cámaras empresariales, estudiantes, sindicatos, etc. Estos eligen al presidente mediante democracia directa a mano alzada. El rol que jugaron varió según el contexto político, es así que pueden ser el refugio del fascismo como pasó con el Comité Cívico Pro Santa Cruz durante el período 2006-2009. Pueden subordinarse al gobierno de turno, como pasó en Chuquisaca del 2011 al 2017. Pueden ser cáscaras vacías durante largos periodos de tiempo o pueden ser el canal de expresión de las masas en su lucha por las reivindicaciones regionales como fue el rol de los comités cívicos de Potosí y Chuquisaca en los conflictos por el Litio y la mina Inca Huasi.

Guillermo Lora advertía en el 2002: “Los movimientos regionales seguirán siendo poderosos, esto debido a las motivaciones que los generan y porque tienen capacidad para llevar a la lucha al grueso de las masas de gran parte del país. La dirección revolucionaria, la lucha por una sociedad mejor no puede ignorarlos; corresponde a la dirección revolucionaria trabajar para que el movimiento acaudillado por el proletariado se fusione con la lucha regional que constituye contingente valioso en la batalla contra la barbarie capitalista” (“Para leer el Programa del POR”, G. Lora, 2002).

Algunos argumentan que no corresponde participar en los comités cívicos, dado que incluyen a las cámaras empresariales de la región. Sin embargo, la intervención de nuestros camaradas bolivianos en los comités cívicos ha demostrado cómo la política del proletariado puede arrinconar a la burguesía en estas organizaciones. El comité cívico de Chuquisaca se ha tornado en una referencia regional y ha tomado en sus manos todos los reclamos de los obreros fabriles chuquisaqueños, ha centralizado y potencializado la lucha contra los empresarios.

Los revolucionarios tenemos la responsabilidad de intervenir ahí, en los canales a través de los cuales se expresan las masas. Desconocer los comités cívicos, en este momento, es desconocer los problemas regionales y dejar a la burguesía el espacio para dirigir esas luchas. Por el contrario, nuestra tarea es llenar de contenido revolucionario estas organizaciones incorporando en ellas el programa y los métodos del proletariado.

 

¿Cómo caracterizaba la LORCI-PTS la situación política luego de las elecciones?

El 24 de Octubre, días después de realizadas las elecciones generales en Bolivia, sostenían que “En Bolivia se ha abierto una situación de crisis política tras los pasados comicios presidenciales del 20 de octubre”. Tras reanudarse el conteo de votos “la tendencia se invirtió de tal manera que alrededor de las 20:00 hs se anunció que el Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (TREP) tendía a mostrar un triunfo de Evo Morales en primera vuelta, detonando movilizaciones masivas espontáneas que culminaron con la quema de papeletas electorales y ánforas. Los tribunales electorales departamentales de Potosí y Sucre fueron incendiados por los manifestantes… En algunas ciudades como Tarija, Sucre y Potosí se produjeron enfrentamientos entre policías y manifestantes hasta altas horas de la madrugada. Mientras se ordenó el acuartelamiento al conjunto de fuerzas policiales del país, en la ciudad de Sucre un sector de la policía que se encontraba conteniendo las manifestaciones, se sumó a las protestas poniendo en evidencia la magnitud de la crisis en curso”.

¡Qué difícil debe ser para la izquierda democratizante que “movilizaciones masivas espontáneas” quemen papeletas electorales! Es evidente que la LORCI-PTS se mantuvo al margen de intervenir en la situación política. Cuando las masas se levantaron para luchar contra un gobierno burgués y lo hicieron desconociendo los caminos institucionales quedaron paralizados.

La intervención de la LORCI-PTS previo a la renuncia de Evo Morales se limitó a llamar a un encuentro el sábado 9 de noviembre para «discutir» una salida a la crisis. En ese mismo día la Caravana que provenía desde Sucre, Potosí y Oruro se enfrentaba a la represión de grupos de choque que evitaban que lleguen a la Paz. En esos enfrentamientos asesinaron a un minero de Potosí por parte de grupos de choque del MAS, secuestraron, torturaron y vejaron a compañeros trabajadores, estudiantes y campesinos en Vila-Vila. Todo esto mientras la LORCI-PTS realizaba su «encuentro».

¿Se puede llamar a sí misma “revolucionaria” una organización que convoca a una charla para un puñado de activistas mientras rechaza intervenir en las asambleas y cabildos de cientos de miles que se realizan en todo un país? ¿Por qué no participaron del Cabildo Nacional realizado en La Paz apenas dos semanas antes? Los Cabildos y Comités Cívicos “están dirigidos por la derecha” repiten una y otra vez. ¿Cómo explican que entre sus seis resoluciones una de ellas sea “Ratificar la Independencia política de las organizaciones cívicas, obreras y populares frente al gobierno y a los opositores políticos de la vieja derecha”?

 

La denuncia de fraude

Es curioso que una organización que se pretende revolucionaria se mantenga al margen de tomar posición frente a los principales sucesos de la lucha de clases. El autor del artículo de la LORCI-PTS se pregunta si hubo fraude o no, pero es incapaz de contestar sosteniendo que “así como no le podemos creer a Morales, menos que menos a un organismo al servicio del imperialismo como la OEA”. Este tipo de análisis periodístico es la expresión de una organización que no pretende intervenir, ni siquiera cuando caracteriza que “movilizaciones masivas espontáneas” salen a rechazar el circo electoral burgués.

¿Cuál fue el análisis que hizo el POR respecto a las denuncias de fraude? Como marxistas no podemos limitarnos a hacer un ejercicio sociológico y formal de contar votos, sino que analizamos la realidad política tal cual es. Constatamos el curso de desilusión de las masas respecto al gobierno de Evo Morales. Desde que asumió el gobierno en 2006 hemos caracterizado que sería un gobierno burgués, que a pesar de su rostro indígena, gobernaría para las multinacionales y el imperialismo y que concluiría chocando con las masas y traicionando las ilusiones que había despertado.

Nuestros camaradas de Bolivia se han mantenido firmes con esta caracterización, aún cuando ha significado un momentáneo aislamiento y rechazo de numerosos sectores en los primeros años. Allí radica la razón por la cual el partido revolucionario es necesariamente un partido de cuadros. A diferencia de quienes hacen seguidismo a las masas y al nacionalismo burgués, los revolucionarios tenemos el deber de mantenernos firmes en el terreno de la clase obrera, aún cuando esto signifique ir contra la corriente.

Convencidos de la precisión de nuestra caracterización política, nuestros camaradas han intervenido sistemáticamente para ayudar a las masas a realizar la experiencia con el gobierno de Evo Morales y comprender por qué un gobierno burgués nunca podrá ser nuestro gobierno. Las luchas de los últimos años nos han dado la razón.

En el 2010 las masas hicieron tambalear al gobierno del MAS obligándolo a retroceder en el incremento del 20% en los combustibles que había decretado en diciembre. Pocos meses después (septiembre 2011) se desarrolló la lucha en contra de la construcción de la carretera del TIPNIS, que invadía territorio indígena para beneficio de las multinacionales. La lucha impulsada por la VIII Marcha Indígena, duramente reprimida por el MAS en Chaparina (Localidad del departamento de Beni), arrastró a todo el país a enfrentar al gobierno. A mediados de este año se desata la lucha contra la entrega del Litio a las multinacionales en Potosí.

Las masas han podido verificar con su propia experiencia que el gobierno del MAS fue la expresión de la burguesía, los terratenientes y el imperialismo. Este es el contenido de la derrota política de Evo en el referéndum del 2016 para volver a presentarse. ¿Qué ejercicios intelectuales utilizan nuestros críticos para suponer que un movimiento de masas que a lo largo de los años ha salido a enfrentar al gobierno en defensa de la tierra, los recursos naturales y sus condiciones de vida se ha derechizado? Es evidente que la LORCI-PTS solo puede distinguir los campos burgueses en disputa sin poder comprender la evolución política de las masas.

El POR ha caracterizado que el MAS y Evo Morales han ido perdiendo su capacidad de ilusionar a amplios sectores de las masas, y ellos mismos han constatado que serían derrotados en un eventual ballotage. El POR no depositó ninguna confianza en la auditoría de la OEA, fue el MAS el que lo puso de árbitro. Las masas no esperaron su veredicto para salir a luchar, como bien caracterizan nuestros críticos al sostener que “movilizaciones masivas espontáneas” salieron a quemar papeletas electorales. Mientras nuestros críticos se han quedado paralizados frente al resultado de las elecciones los camaradas del POR boliviano han comprendido que la lucha contra el fraude unificó un sinnúmero de luchas en curso contra el gobierno.

 

El contenido del voto

La profunda adaptación a la democracia burguesa de la izquierda que se dice “trotskista” se revela en la precariedad de sus análisis políticos confundiendo el voto con la realidad. Veamos cómo razonan nuestros críticos: “El POR y demás grupos e individuos que apoyaron el golpe no tomaron en cuenta en ningún momento el contenido del voto que defendían, es decir, un contenido anti obrero y anti campesino, de carácter clerical y empresarial… el contenido del voto a Mesa y el movimiento ciudadano detonado el 20 de octubre era un movimiento conservador y reaccionario”. ¡Bravo! Mesa es un conservador reaccionario por lo tanto quienes lo votaron son conservadores y reaccionarios. ¿Se puede encontrar un mejor ejemplo del formalismo antidialéctico de nuestros críticos? ¿Se habrán detenido, aunque sea por un instante, a considerar la posibilidad de que amplios sectores de las masas hayan votado por Mesa para expresar su rechazo al gobierno de Evo Morales? Más grave aún: si el voto por Mesa es conservador y reaccionario, ¿cuál es el contenido del voto por Evo Morales? ¿No es un voto burgués, antiobrero y antinacional?

La miopía política de quienes hacen sus análisis basados en los resultados electorales y no en la realidad de la lucha de clases (de las cuales las elecciones son apenas un elemento) los lleva a conclusiones que ni siquiera resisten la lógica formal: “pese a lo aborrecible de las prácticas fraudulentas, el MAS de Evo Morales sigue siendo la primera fuerza del país, la mayoritaria”. Es difícil explicarse cómo pueden nuestros críticos llegar a esta conclusión, aún en el terreno del electoralismo burgués, aún creyendo en las cifras electorales de Evo Morales, resulta un misterio qué artilugio aritmético utilizaran para negar que la mayoría de la población votó que no quería un nuevo gobierno del MAS.

Repudiamos la calumnia de que el POR defienda el voto por Mesa. El POR ha intervenido señalando que al gobierno de Evo Morales no se lo derrota en las urnas sino en las calles, que la lucha por ballotage o nuevas elecciones desviaría del verdadero contenido de la lucha: “Al MAS tenemos que sacarlo por la fuerza, en las calles, pero en esta lucha es imperioso separar aguas diferenciándonos radicalmente de la vieja derecha neoliberal aglutinada alrededor de Carlos Mesa con sus hipócritas estribillos de ‘defensa de la democracia’, buscando encasillar las movilizaciones al objetivo de la segunda vuelta, encadenándonos dentro del legalismo burgués” (Declaración del POR del 23/10). “Al gobierno masista, hay que enfrentarlo luchando por imponer nuestro propio pliego de reivindicaciones por pan, trabajo, educación, salud, contra el entreguismo de nuestros recursos naturales, por la nacionalización de minas y petróleo, por las reivindicaciones concretas de los diferentes sectores movilizados” (Masas 2609, Bolivia, 1/11).

 

Solo el POR ha defendido la independencia política

La posición del POR desde hace mucho tiempo fue “Ni la nueva derecha (el MAS), ni la vieja derecha”, “Ni Evo, Ni Mesa, ni el facho Camacho”, “por la independencia política respecto de toda la politiquería patronal”. En todo momento el POR señaló que la única salida política es un gobierno propio de los oprimidos, el gobierno obrero campesino, y que esa respuesta no saldría de las urnas.

Con esa política intervino en los cabildos, en los sindicatos y en los comités cívicos. Los revolucionarios estamos obligados a intervenir en los movimientos de masas para luchar por su dirección, para impedir que sean elementos reaccionarios los que capturen la dirección del movimiento. No corresponde abstenerse de intervenir en el movimiento de masas. Se debe intervenir con la política de la clase obrera. Ese es el terreno en que las masas pueden desarrollar su experiencia con el partido y su política.

Nuestros críticos dicen que se encaramó finalmente el sector más reaccionario y montado sobre ese movimiento se instala transitoriamente en el gobierno. Esta forma de razonar que se presenta en las notas es de un periodista descomprometido con la lucha de clases. Siempre la acción de las masas genera una reacción de todos los sectores de la burguesía que tratan de anularla y someterla a sus objetivos.

 

La LORCI-PTS califica de “agravios” la política antiobrera del MAS

Nuestros críticos sostienen que la supuesta alianza con la derecha “estuvo justificada, según los militantes del POR, en los múltiples agravios que el MAS ha infligido a sectores del movimiento obrero, como en ENATEX (Empresa Pública Nacional Textil), los intentos de imponer el Estatuto del Funcionario Público en las empresas y reparticiones estatales para prohibir derechos laborales y de organización, o la criminalización de la protesta social y la judicialización de los dirigentes sindicales opositores”. El POR no habla de “agravios”, esa caracterización corresponde a la LORCI-PTS. El POR lo ha denunciado en estos términos:

DICTADURA DE EVO MORALES PARA LOS SINDICATOS OBREROS

* Prohibición del uso de dinamita en protestas y marchas sociales, por la ley de control de armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales (ley 400, artículo 51, inciso “e”).

* Prohibición a la sindicalización a los obreros de las empresas estatales productivas (LacteosBol, PapelBol, CartonBol, EceBol, EBA, Empresa de Litio).

* Despido directo, vulnerando la Ley General del Trabajo, a más de 1.000 obreros de ENATEX.

* Prohibición al paro o a la huelga de los trabajadores penalizado por el recurso de “ACCIÓN POPULAR”

* Reforma del Código Penal al artículo 296, el cual penaliza toda movilización de los trabajadores que se “arrogue representación del pueblo y ponga en peligro la seguridad del Estado”.

* Estatización de los sindicatos para el control directo de estos desde el Ministerio de Trabajo y de Gobierno, nombrando a dedo a los dirigentes, al igual que en épocas de dictadura militar como los famosos “coordinadores laborales”.

* Persecución, despido y cárcel para los dirigentes sindicales críticos al gobierno, como es el caso de la Federación de Fabriles de La Paz y los dirigentes de Achacachi.

* Divisionismo y paralelismo sindical para anular a aquellos sindicatos rebeldes como la FDTFLP y la COD paceña.

* Intervención policial directa de las sedes sindicales para imponer a sus testaferros “chupa-tetillas”, como es el caso de la ocupación policial de la sede de los fabriles y la COD paceñas para imponer a Mario Segundo y a Hugo Torres.

Son todas éstas, medidas que ha tomado el gobierno masista contra los trabajadores buscando someter al movimiento obrero a su voluntad despótica. Tratando de domesticar a los trabajadores prohibiéndoles cualquier manifestación critica a su gobierno y a su persona, para imponer, sin resistencia alguna, sus políticas a favor de las transnacionales, los terratenientes del oriente, los banqueros y la nueva burguesía chola azulada.

Para el dictadorzuelo, el principio que defendemos de la “independencia política de los sindicatos frente al gobierno y a los patrones” habían sido ideas del imperialismo, y que “la democracia sindical es importada del occidente» por lo que tiene que ser sustituida. Sostienen que si quieren hacer política los trabajadores tiene que ser a través de “su” gobierno, y si no lo aceptan, son denunciados como derechistas y enemigos del “proceso de cambio”, para que sean perseguidos y escarmentados.

En conclusión: Evo está anunciando la implementación de un régimen totalitario y dictatorial al interior del sindicalismo proletario, algo similar a lo que ocurrió en los gobiernos gorilas de militares en la historia de Bolivia. Se perfila, en un futuro inmediato, la profundización de su dictadura y el avasallamiento de los sindicatos obreros.

Este es el periplo que recorre este supuesto gobierno de los pobres, terminando como verdadera dictadura contra los obreros, triste destino de la ideología indigenista posmoderna” (Masas n° 2520, Bolivia, 1/12/17).

Continúan nuestros críticos sosteniendo que “estos agravios se extendieron a sectores del movimiento indígena como en el TIPNIS (Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure), Chepete, la Nación Qara Qara, y otros, así como sectores del movimiento campesino, como sucedió con los cocaleros de los Yungas de La Paz, Achacachi, entre otros”.

En el caso de los yungas paceños, el POR denunció (en marzo de 2018) que una asamblea con 8.000 participantes quemó las credenciales de Evo y García Linera como socios honorarios y exige la devolución de su sede. Denuncia la dura represión que se descargó sobre ellos por parte de la policía que protege a los asaltantes masistas de la sede de ADEPCOCA en Villa Fátima. “Todos estos actos son expresión del profundo repudio al régimen masista por parte de los productores de coca de los Yungas paceños…. La intervención de ADEPCOCA por parte del oficialismo es la reiteración de que el gobierno quiere imponer por mano dura y con apoyo del aparato represivo del Estado direcciones paralelas serviles en todas aquellas organizaciones que se rebelan contra la prepotencia masista”.

 

La caracterización del régimen

Dicen nuestros críticos que “La denuncia de fraude y la calificación del gobierno de Evo Morales como ‘fascista’ y ‘dictatorial’ abrieron el camino hacia su participación en la movilización junto a Carlos Mesa, los cívicos y las iglesias”.

Esta es una forma fraudulenta de presentar la cuestión. El POR caracterizó al gobierno de dictadura y fascista hace varios años, denunciando su represión contra el movimiento obrero y los movimientos sociales, utilizando todos los recursos del Estado para intervenir y vaciar las organizaciones sindicales que se le oponían. El intento de imponer el Código Penal basado en el de Goni-Banzer, el accionar de matones contra el activismo sindical, la corrupción de todo el aparato sindical, etc. Un gobierno incapaz de resolver los problemas de las masas inevitablemente termina chocando con ellas. Por ser un gobierno burgués es expresión de la dictadura de la burguesía, y por los métodos, por las formas que adopta el régimen político lo calificamos como dictatorial o fascista.

Las movilizaciones cada vez más masivas vienen sucediendo desde hace mucho tiempo y en muchas de ellas interviene la derecha tratando de potenciarse. El Partido, como se observa en todos los materiales, en todas las intervenciones, no dejó de señalar su denuncia contra la vieja derecha y el peligro del llamado a defender la democracia. El partido no puede abstenerse de intervenir cuando son las masas las que ganan las calles, las que aplican métodos de acción directa para enfrentar las políticas del gobierno. La forma de presentar el punto por parte de nuestros críticos nos hace suponer que si en los movimientos de masas interviene la derecha no habría que intervenir.

 

¿El POR sindicalista y obrerista?

Desde la LORCI-PTS aseveran que el POR “se caracterizó por sostener una lógica de construcción partidaria basada en el sindicalismo y en el obrerismo, cuyo eje de acción son las demandas estrechamente sindicales y corporativas, razón por la cual la elaboración teórica para la comprensión de la realidad queda absolutamente devaluada”.

Ni sindicalismo, ni obrerismo, caracterizan el proceso de construcción del POR. Exactamente lo contrario, se construyó sobre la base del programa revolucionario que interpreta la realidad que irá a transformar, basada en la estrategia de la dictadura del proletariado, del gobierno obrero-campesino, la revolución social, el comunismo. Pocos partidos en el mundo pueden mostrar con orgullo una línea proletaria inquebrantable en décadas y un programa que responde a la cuestión del atraso, la inserción de Bolivia en el mercado mundial, la cuestión de la coca y el narcotráfico, la historia y caracterización de las FF.AA., los partidos políticos, las clases sociales, la cuestión de la autodeterminación de las naciones oprimidas, etc. etc.

Hemos hecho una serie de referencias a la intervención del POR en la lucha de clases en los últimos años, en la lucha indígena del Tipnis, de los campesinos cocaleros, del sector salud, de los mineros, en educación, contra el Código Penal, contra la entrega de los recursos naturales, sobre la salida al mar, el gasolinazo, etc. En todas las intervenciones se puede observar el gran esfuerzo teórico por derrotar ideológicamente a la burguesía, al posmodernismo indigenista del MAS. Todo el tiempo el partido plantea que no se puede reformar el capitalismo que es necesaria la revolución social, destruir el Estado burgués e imponer la dictadura del proletariado.

Claro que nuestros críticos, basados en una corriente fervientemente electoralista no están de acuerdo, porque sus respuestas están limitadas al legalismo burgués. ¿Nuestros críticos conocen algún planteo que supere teóricamente las posiciones del partido? En cualquiera de los temas que han tenido relevancia en la lucha de clases en las últimas décadas. Los documentos políticos que se presentan a debate habitualmente en los congresos sindicales, de las CODes o de la COB, son únicos en el mundo por su nivel de politización. Solo un impostor puede reducir la extraordinariamente rica política proletaria del partido a que sólo pide por salario. Parece mentira que el autor de la “crítica” al POR viva en Bolivia.

 

La política electoral del POR orientó las tendencias de las masas a romper con el orden burgués

La LORCI-PTS cuestiona que nuestra sección boliviana no haya participado con candidatos en elecciones desde 1985, nos cuestiona por sostener que “la democracia burguesa era ya imposible en Bolivia” y afirma que “todos los planes de ajuste neoliberales y todos los ataques a los trabajadores y al pueblo durante el ciclo neoliberal, se realizaron bajo el manto y la cobertura de la democracia burguesa durante los últimos 37 años”, dando a entender que ésta sería razón suficiente para intervenir con candidatos en las elecciones durante ese periodo.

Habrá que preguntarse, antes que nada, si nuestros críticos tienen idea de qué es lo que pasó en Bolivia durante esos 37 años. ¿Estaban al tanto de la Marcha por la Vida de agosto del 86? ¿Analizaron el significado del 30% de abstención electoral entre el 85 y el 2002? ¿Olvidan acaso que el 2003 las masas bolivianas tumbaron a Goni sin usar ni una sola papeleta electoral? ¿El 30% de nulos, blancos y abstenciones en las elecciones a gobernadores, alcaldes y consejeros el 2009? ¿Acaso se les olvidó también que las masas alteñas rechazaban el gasolinazo quemando muñecos de Evo Morales en diciembre del 2010 (a menos de un año de haber ganado las elecciones con un 64%)? ¿La lucha nacional contra la carretera del TIPNIS en 2011? ¿La huelga general contra la Ley de Pensiones el 2013? Y la lista sigue. En esos 37 años las masas bolivianas no han abandonado las calles, por el contrario, ha sido a través de la movilización callejera que han ido distanciándose del MAS.

La intervención de nuestros camaradas dista mucho del esquematismo de los revisionistas del trotskismo. Analizaban acertadamente en el Congreso del POR del 2010 sobre el incremento en la participación electoral: “El voto mayoritario de apoyo al MAS debe interpretarse como un evidente retorno a las ilusiones democráticas de las masas explotadas en general, incluido el proletariado… Ahora bien para los revolucionarios estuvo siempre claro que estas ilusiones habrían de desvanecerse necesariamente al chocar con la incapacidad del gobierno, respetuoso del orden social burgués, para atender sus necesidades, proceso que ha comenzado a darse más rápido de lo que pudimos imaginar. No había el gobierno acabado de festejar su contundente triunfo electoral en las elecciones de diciembre, que lo empoderaron dándole el control absoluto del parlamento plurinacional, que a escasos 5 meses se ve enfrentando la rebelión de importantes sectores del proletariado (los fabriles) y de la clase media (maestros) como respuesta al mísero aumento de salarios que ofrece el gobierno”.

Entre el 85 y el 2002 la abstención masiva era un reflejo de la superación de las ilusiones democráticas. A partir de ese momento, el momentáneo retorno a las ilusiones contrastaba con la permanente acción callejera de las masas. La participación electoral de las masas no eran más que “posiciones coyunturales que van a durar lo que dure el período de la campaña electoral para luego retornar a las movilizaciones toda vez que el futuro gobierno masista acentuará su política entreguistas al imperialismo y sus rasgos derechistas y dictatoriales” (XLVI Congreso del POR, 2014). A diferencia del periodo 2005-2015, en el 2016 “el creciente repudio popular al gobierno se iba a expresar a través de un NO a la pretensión del gobierno y que lo que correspondía era darle contenido revolucionario diferenciándonos de la campaña por el NO de la oposición de la derecha tradicional, por tanto lanzar una decidida campaña por el NO al gobierno del M.A.S. que es la nueva derecha y también NO a la vieja derecha repudiada y expulsada del poder por las masas insurrectas” (XLVII Congreso del POR, 2016). La votación por el NO era continuidad de la lucha que llevaron adelante las masas en ese periodo, no intervenir para llenar este rechazo de contenido revolucionario era dejar que sea la derecha cavernaria la que lo capitalice.

¿La LORCI-PTS defiende la constitución plurinacional de Evo?

Continúan nuestros críticos, que en su afán de rasguñar al POR van revelando sus verdaderas posiciones: “Su estrecho sindicalismo le hizo subestimar y devaluar la importancia de la cuestión nacional indígena o de los pueblos originarios y por lo mismo no ver la importancia para los mismos de su inclusión en el texto constitucional y la emanación de derechos nacionales y culturales así como en la administración de justicia según usos y costumbres”.

Los marxistas tenemos un punto de vista completamente diferente al de la LORCI-PTS frente a la cuestión nacional indígena o de los pueblos originarios. En primer lugar decimos que la Constitución tiene un claro contenido de clase burgués, para defender la complementariedad de la pequeña propiedad con la gran propiedad, la asociación y colaboración con las transnacionales. En segundo lugar decimos con toda precisión que esa Constitución ahoga la cuestión nacional indígena, justamente por su carácter burgués. Esa Constitución no plantea ni el fin del latifundio, ni la libre autodeterminación para las naciones, ni cómo sacar del atraso a los campesinos. Las cuestiones simbólicas son un taparrabos para ocultar esas cuestiones esenciales. De ninguna manera podemos hacer una reivindicación de la Constitución ni total ni parcialmente. Un marxista no puede perder de vista que este es el mecanismo tradicional de la burguesía en todo el mundo, hacer pasar el contenido reaccionario de sus instituciones en nombre de que reconoce algún derecho de las masas. El MAS ha encontrado a otro progresista que embellece su Constitución. Entendemos que se postura tiene que ver con una política de reforma del Estado, de reforma del capitalismo por medio de una nueva Asamblea Constituyente.

Nuestros críticos ven a los campesinos como una masa uniforme que seguiría al MAS. Está equivocado, tempranamente los campesinos, los pueblos originarios chocaron con el gobierno del MAS, esas mismas bases le dieron la espalda cuando los convocó a que lo defendieran. Esto no quiere decir que su presencia e influencia han dejado de existir, quiere decir que se ha debilitado fuertemente. La política del proletariado se dirigirá a los hoy movilizados contra el gobierno racista de Añez como aquellos que han adoptado transitoriamente una actitud pasiva.

La alianza obrero-campesina no se soldará sobre cuestiones simbólicas, que tienen importancia, no sólo formal. Se soldará sobre la base del programa de la clase obrera para terminar con el latifundio, con el agronegocio, con el programa que permitirá desarrollar las fuerzas productivas bloqueadas por la gran propiedad y que sacará a toda la nación del atraso, incorporándose al proceso de la revolución proletaria internacional.

Tengan seguro nuestros críticos que la alianza sólo se podrá realizar sobre la base de la política del proletariado, porque el campesinado por sí, por su naturaleza, es incapaz de formular una política propia. El proletariado toma todas las reivindicaciones de los sectores oprimidos y las formula desde su propia perspectiva.

 

Los pronósticos errados de la LORCI-PTS

Los pronósticos son fundamentales para toda organización que se precie de revolucionaria. El Partido interviene políticamente señalando cuál va a ser el curso de los acontecimientos aún cuando las bases lo rechacen. Veamos qué decían la LORCI-PTS y el POR antes de las elecciones:

LORCI-PTS 15/10: “Este domingo 20 de octubre se llevan a cabo las elecciones en Bolivia, donde lo único seguro son las múltiples incógnitas de lo que puede suceder… no se puede descartar la posibilidad de que Evo Morales pueda ganar en la primera vuelta… Por su parte, la oposición ha ido creciendo electoralmente a lo largo de estos años…”

POR 18/10 “si resulta reelecto Morales con fraude de por medio, el tiempo será más corto, casi de inmediato se planteará la lucha; pero si resulta electo Mesa, en caso que el fraude masista no le alcance, el tiempo será algo más largo porque las masas tendrán que probar en su piel que Mesa es tan antiobrero, antipopular y proimperialista como Morales”.

Como se ve, mientras para la LORCI-PTS “lo único seguro son las múltiples incógnitas de lo que puede suceder”, el POR señala el curso real que tendrán los acontecimientos. Veamos qué dijo cada uno luego de las elecciones:

LORCI-PTS 24/10: “Aunque muchos balances equivocados expresen lo contrario y declaran al MAS un ‘cadáver’, este continúa siendo una fuerza política hegemónica, con fuerte peso en sectores del movimiento campesino pero también de importantes sectores obreros particularmente mineros y fracciones de fabriles”. Y el 30/10: “En este escenario, es probable que el gobierno termine imponiéndose pero mucho más condicionado ya que iniciaría su cuarto mandato con una fuerte deslegitimación política de la mitad de la población pero reteniendo el apoyo de los sectores obreros campesinos y diversos movimientos sociales”.

POR 25/10 “¡El M.A.S. ha muerto! Repudiado por las masas que una vez en él creyeron ha acabado como lo que siempre fue: una impostura disfrazada de indigenismo y falso socialismo, que gobierna para los oligarcas agroindustriales del Oriente, los empresarios y las transnacionales”. Y el 1/11: “Independientemente del desenlace de la pugna entre la nueva y la vieja derecha, el M.A.S. políticamente está muerto y enterrado por la multitudinaria repulsa nacional. Tan muerto está que no pudo trasladar a todos los cocaleros del Chapare para aplastar el paro en Cochabamba y los que llegaron tuvieron que volver al Chapare desmoralizados. Tan muerto está que tiene que falsificar mineros poniéndoles guardatojos a sus agentes a fin de inflar la esmirriada respuesta de los mineros a la convocatoria de los burócratas vendidos de la COB. Tan muerto está que Evo anuncia cercar a las ciudades rebeldes para matarlas de hambre y sólo puede bloquear caminos con solitarias piedras colocadas por volquetas de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) en ausencia de campesinos”.

Un partido dijo que “es probable que el gobierno termine imponiéndose”, el otro dijo que “el MAS ha muerto”. Apenas 10 días después de estos pronósticos Evo Morales renuncia a la presidencia, no como producto de un golpe de Estado como los nacionalistas y algunas organizaciones que se dicen de izquierda quisieran hacernos creer, sino producto del rechazo generalizado a su política, incapacitado de movilizar algún sector en su defensa o de utilizar al ejército y la policía para reprimir. No debemos olvidar que fue la poderosa Central Obrera Boliviana quien le pidió la renuncia, expresando la presión de los sindicatos de base exigieron el desconocimiento del Ejecutivo de la COB por su complicidad con el gobierno de Evo Morales.

 

El programa de la LORCI-PTS: otra Asamblea Constituyente

Veamos cuál es el verdadero contenido político de la organización que pretenden construir nuestros críticos: “Desde la LOR-CI consideramos que para alcanzar una salida progresiva de la actual crisis política y al servicio de los intereses de las grandes mayorías trabajadoras del país, es urgente recuperar la demanda de los levantamientos nacionales de la década pasada impulsando la lucha por una democracia que no se reduzca a la alternancia como propone la oposición o a un cuarto mandato como sostiene el oficialismo. La necesidad de impulsar la pelea por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana que retome de manera integral la discusión sobre la propiedad de la tierra y de los territorios indígena-campesinos, que se plantee la expulsión del imperialismo, de las trasnacionales mineras y petroleras es clave en este momento”.

¿Por qué toda la izquierda revisionista del trotskismo plantea como salida política ante las crisis políticas y los levantamientos de masas la realización de una Asamblea Constituyente? Podríamos creer ingenuamente que son fieles seguidores de Trotsky, que en el Programa de Transición sostiene que no se debe rechazar el programa democrático en los países atrasados, o de la intervención de los bolcheviques que tomaron el poder sosteniendo que así garantizarían la realización de la Asamblea Constituyente. ¿Qué dice Trotsky? “La consigna de Asamblea Nacional (o Constituyente) conserva toda su fuerza para países como China o India”. ¿Por qué países como China o India? (y podríamos agregar Rusia antes de la Revolución de Octubre). Muy simple: porque allí no existía una experiencia de las masas con la democracia burguesa, sino con gobiernos coloniales y monárquicos. ¿Es esta la situación en nuestro continente? ¿De verdad creen nuestros críticos que las masas latinoamericanas no han hecho una experiencia con la democracia burguesa? ¿Desconocen que se han realizado numerosas Asambleas Constituyentes? ¿A quién se le puede ocurrir que en Bolivia pueda ser ésta la salida política cuando hace apenas unos años se realizó una nueva Constitución que mantuvo intacta la gran propiedad privada y el poder de la burguesía, los terratenientes y el imperialismo?

La realidad es que nuestros críticos han abandonado hace rato el trotskismo para adaptarse cada vez más a la democracia burguesa con la idea de que hacen falta más diputados de izquierda en el Congreso. Esta es la razón por la cual no pueden expresar la independencia política de la clase obrera, porque han abandonado hace tiempo la estrategia revolucionaria, porque creen que van a perder votos si señalan que la única salida es la dictadura del proletariado. Han transformado la táctica electoral en su estrategia. Cuando las masas se levantan y rechazan las salidas institucionales nos proponen otra salida institucional.

Hay una sola explicación de por qué la bandera de Asamblea Constituyente es “la salida” que estos grupos proponen en Argentina, Chile, Bolivia, Colombia… Es “lo más radical” que les permite la legalidad burguesa. Agregarle los adjetivos de “libre y soberana” no cambia el carácter burgués del planteo.

 

El peligro del fascismo

El fascismo es la expresión de la descomposición capitalista. Desde que estalló la crisis mundial en el 2008 la burguesía en todo el mundo ha tomado un rumbo cada vez más derechista y autoritario, que choca con las masas que no han sido derrotadas y se movilizan en defensa de sus condiciones de vida. La agudización de la lucha de clases refuerza este curso fascista de la burguesía. Para enfrentarlo no basta con defender la “democracia burguesa” que no es más que una fachada de la dictadura del capital. En su seno, bajo gobiernos que se denominan “populares” se fortalece la derecha porque gobiernan para ellos, porque mantienen intactos la base de su poder: la gran propiedad privada de las tierras, las fábricas, de los recursos naturales. Son los gobiernos nacionalistas o reformistas los que no tocan a las Fuerzas Armadas, cuya función en última instancia es proteger la gran propiedad privada. No pueden hacerlo porque por más que pretendan aparecer como populares, indigenistas o plurinacionales, no dejan de ser burgueses, es decir, de expresar los intereses de los grandes empresarios.

En América Latina las masas se levantan contra los gobiernos burgueses, títeres del imperialismo. El peligro del fascismo es real, en todo el continente. La burguesía necesita aplastar la movilización popular. Los explotados y oprimidos debemos levantar las banderas históricas del comunismo para enfrentar la descomposición capitalista. No debemos dejarnos atrapar por la “defensa de la democracia” que es impotente para enfrentar a los fascistas. Los revolucionarios no defendemos la democracia burguesa, defendemos las libertades democráticas, no defendemos las constituciones burguesas, luchamos por el cumplimiento de la voluntad popular. No tenemos prurito en tumbar a un gobierno y destruir las instituciones del Estado porque nuestro objetivo es la revolución y dictadura del proletariado: democracia para las grandes mayorías oprimidas para terminar con la minoría opresora.

Ningún gobierno burgués resolverá los problemas de los oprimidos. Es necesario que el proletariado retome las banderas de lucha revolucionarias; por el gobierno obrero-campesino y de todos los oprimidos que libere al país del saqueo imperialista y de la explotación burguesa para superar el atraso, la miseria y el hambre.

 

¿Qué partido hay que construir?

La crisis estructural del capitalismo lleva a la burguesía a reforzar su curso autoritario, a derechizarse cada vez más y busca imponer un ajuste brutal a las masas en todo el mundo. Los levantamientos populares en el continente en las últimas semanas confirman el pronóstico del Comité de Enlace por la Reconstrucción de la IV Internacional (CERCI) de que se ha abierto una nueva etapa en la lucha de clases mundial.

La contradicción fundamental no es entre fascismo y democracia burguesa, sino entre fascismo y revolución proletaria. La tarea no es poner en pie organizaciones de izquierda legal que planteen “que funcione el Congreso” como hizo Del Caño luego de las PASO. La tarea es poner en pie la dirección revolucionaria, el partido que exprese la estrategia proletaria de terminar con la pudrición capitalista por la vía revolucionaria, terminando con la propiedad privada y transformándola en propiedad colectiva.

Nuestros críticos aborrecen al POR boliviano porque desde los 70’ ha denunciado el curso democratista que ha tomado la izquierda “trotskista” en la Argentina. Durante décadas han pretendido ocultar y difamar la actuación de los poristas manteniendo en la ignorancia a sus militantes sobre la experiencia más rica de la clase obrera y la vanguardia revolucionaria de nuestro continente. Convocamos a todos los valiosos militantes que desconfían de sus direcciones que les hablan de socialismo los días de fiesta y luego los mandan a hacer campaña “por diputados de izquierda” a que estudien la historia del POR boliviano, su experiencia, su intervención.

¡Expulsar al imperialismo de nuestro continente!

¡Por los Estados Unidos de América Latina!