Chubut en guerra contra los trabajadores de la salud

En más de una ocasión hemos reseñado en nuestras páginas la situación desesperante del grueso de los trabajadores estatales en la Provincia de Chubut. Describíamos las innumerables luchas que deben llevar sistemáticamente los trabajadores docentes y de la administración pública, todos los meses para reclamar ni más ni menos que lo que le corresponde percibir mensualmente: los salarios. Se ha naturalizado un triste panorama: si no salimos a las calles, Arcioni – Gobernador de Chubut – mira para otro lado.

Lastimosamente esto también golpea a los casi 7.000 trabajadores de la salud de la Provincia que actualmente se encuentran en la primera línea de fuego ante el avance del Coronavirus. Los ya cotidianos pagos escalonados se han ido convirtiendo en angustiantes meses sin cobrar absolutamente nada (se adeudan hasta sueldos de marzo en gran parte de los estatales).

En una videoconferencia durante la primera semana de junio Arcioni tuvo la oportunidad de conversar con Alberto Fernández y Cafiero entre otros. Allí “compartió los avances de las medidas sanitarias implementadas”. ¿Se ha visto mayor muestra de cinismo? ¿Nadie osó preguntarle qué sucedía en la Provincia con el cobro de haberes? La realidad es que mientras tenía lugar esta videoconferencia y Agustín Rossi se paseaba por el Hospital Militar de Comodoro Rivadavia (en su ya habitual reivindicación de las fuerzas represivas), los profesionales de la salud volvían a salir masiva y unitariamente a las calles. Una clara muestra del evidente antagonismo entre los intereses usurarios de la deuda y los de las masas provinciales.

Aún con sus particularidades la lucha de los trabajadores de la salud no puede disociarse de las del resto de los trabajadores provinciales. No se trata de ver cómo se reparten las migajas que quedan luego del pago de la deuda. Muchas veces el propio Gobierno especula con sacar un poquito de un sector para darle a otro, intentando generar un enfrentamiento inconducente.

Solo la lucha unitaria puede resolver la situación desesperante de la Provincia. Para ello no alcanza solo con la solidaridad de los trabajadores estatales (desde ya fundamental), sino que resulta imperiosa la incorporación de los sectores vitales del movimiento obrero provincial: los petroleros. La clase obrera, estructurada en partido político, enarbola el único programa antagónico a los intereses anti-nacionales de Arcioni, para darle un cauce progresivo a la crisis del régimen capitalista en la Provincia.

 

(nota de MASAS nº 372)