POR DECISIÓN DEL GOBIERNO, TODOS ESTAREMOS SUBSIDIANDO LAS GANANCIAS DE LAS PETROLERAS
El Gobierno establecerá el llamado barril criollo a US$45 hasta fin de año. Dicen que las petroleras no están de acuerdo pero sí las provincias “petroleras”. Muy por encima del precio internacional que se desplomó en los últimos meses debido a la recesión mundial y la sobreproducción de petróleo, situación que tardará mucho tiempo en recuperarse. Y muy por encima del costo de producción local.
El acuerdo es una entregada a las petroleras porque en este momento de crisis les garantiza un precio extraordinario y si el precio internacional se recupera y sobrepasa ese valor les reconocerá la cotización internacional.
El compromiso es que mantengan el nivel de producción del año pasado.
Las petroleras ya tienen ganancias extraordinarias con este precio. El nuevo acuerdo dice que si el precio internacional alcanza los 75 dólares se aplicará una retención móvil del 8%. Es una burla, sobre una ganancia superextraordinaria de 30 dólares adicionales por barril ¡¡¡le cobrarán 2,40 dólares!!!
Las provincias están interesadas en que se firme el acuerdo porque perciben sus regalías en función de la producción y ese precio. Pero quienes pagamos ese precio somos todos, ya sea por el consumo directo o a través de los fletes o el transporte que cargan a sus precios la incidencia del combustible.
Las petroleras siempre buscan las máximas ganancias, no importa cuánto ganaron hasta ayer o cuanto ganarán mañana, si hoy hay recesión y hay que frenar la producción hacen ajuste, cese de pagos de salarios, suspensión de empleados y programas de retiros voluntarios, como hacen las empresas de servicios más importantes en el país, como Halliburton, Schlumberger, San Antonio y Pecom. Al retroceso que pactó la burocracia en los últimos tiempos, liquidando parte del Convenio de los petroleros, se suman las medidas que están tomando las empresas aprovechándose del parate de la economía y el coronavirus.
Toda la industria hidrocarburífera debe ser estatizada bajo control obrero colectivo, desde la exploración hasta su comercialización. Es una actividad vital que no puede quedar sometida a las decisiones de un puñado de multinacionales y los vaivenes del mercado internacional.
(nota de MASAS nº 370)