5 años de destrucción del poder adquisitivo del salario
El informe publicado por CIFRA (Centro de Investigación que depende de la CTA) revela que sobre 295 ramas de actividad sólo 21 (8,1%) registraron mejoras de salarios en términos reales entre septiembre de 2015 y el mismo mes de 2020. El 50% de los trabajadores retrocedió más del 19% y, algunas ramas perdieron más del 50% frente a la inflación.
El salario real en la actividad de impresión cayó 30%, en la fabricación de prendas de vestir, incluyendo cuero, el 30,3%; el expendio de comidas el 37,3% y el salario real en la actividad recreativa y de esparcimiento el 50,6%.
Entre los trabajadores del sector público sus salarios reales tuvieron una “caída de 29% entre noviembre de 2015 y diciembre de 2020”.
Frente a semejante retroceso la promesa de recuperar 3 o 4 puntos este año es miserable y hasta difícil de alcanzar ya que la inflación de estos últimos meses ronda el 4% mensual.
Pero esta comparación si bien es contundente, es limitada. Al mencionar que los salarios han retrocedido frente a la inflación, se omite señalar que en el 2015 también estaban muy por debajo de la canasta familiar
El punto de referencia debe ser siempre el costo de la canasta familiar, cuál es el precio de la fuerza de trabajo.
Hacemos notar que este estudio proviene de la CTA una central sindical que terminó convalidando el salario mínimo de hambre que resolvió el Consejo del Salario y que es referencia para numerosos convenios. Actualmente es de $21.600.
El informe explica semejante “caída libre” del salario real diciendo que se produce en un “escenario signado por la aceleración del ritmo inflacionario durante los últimos dos años del gobierno de Cambiemos, y su desaceleración en 2020 aunque manteniéndose en niveles elevados”.
Omite señalar la responsabilidad de las direcciones sindicales y las centrales que abandonaron el terreno de la lucha de clases para sumarse a las necesidades de los gobiernos y las patronales.
Esta planteada una lucha generalizada del movimiento obrero por recuperar los salarios e imponer el salario mínimo igual al costo de la canasta familiar. Los aceiteros marcan el camino.