Otra vez vienen con los espejitos de colores, ¿hasta cuándo van a seguir pisoteando nuestra soberanía?

El gobierno de Biden donó u$s 3,5 millones en equipamiento sanitario y se compromete a avanzar en las negociaciones con laboratorios que fabrican vacunas. Estas ofrendas imperiales denominada “diplomacia de los barbijos” pretende limitar la influencia de Rusia y China en la Argentina y en la región y sumar al país a la ofensiva contra Venezuela.

Como ya señalamos anteriormente, la entrega de vacunas, que son esperadas desesperadamente, para hacer frente a la pandemia, es utilizada por las potencias como medio de chantaje y extorsión con fines económicos y políticos. Y se lo presenta como “ayuda humanitaria”.

Ese fue el sentido de la visita oficial del jefe del Comando Sur de Estados Unidos, almirante Craig Faller que mantuvo una reunión reservada con los ministros de Defensa y Salud, Agustín Rossi y Carla Vizzotti.

Qué llamativo que sea el jefe del Comando Sur quien se comprometa a acelerar las tratativas del Fondo mundial Covax para que entreguen 9 millones de dosis que compró la Argentina y que el ministro Rossi reconozca que “esta visita puede ayudar mucho a destrabar esa compra del fondo Covax”. En una mano las vacunas y en la otra el poderío militar de la principal potencia que nos oprime.

Para entender el significado de su viaje, veamos un tramo del informe que el almirante Faller realizó en su presentación anual ante el Congreso de EE.UU. sobre la situación en Latinoamérica:

“Para ganar más acceso, presencia e influencia en la región, la República Popular China y Rusia se aprovechan de la pandemia, desplegando una diplomacia médica y campañas de desinformación, a menudo prometiendo más de lo que cumplen. China está ofreciendo 1.000 millones de dólares de préstamos a la región para vacunar contra Covid-19 y mejorar la infraestructura médica, mediante acuerdos con la Argentina, Brasil, Perú y Venezuela. Esta aumentará la deuda de la región con China, que ya es de 165.000 millones de dólares. China se propone incrementar los programas de intercambio médico, explotando la pandemia para impulsar su iniciativa comercial, tecnológica y de infraestructura, Un Cinturón, una Ruta. Beijing también está usando la Covid-19 como pretexto para donar tecnología Huawei, integrada con sus redes 5G y sus programas de Ciudades Seguras, promocionando su modelo de monitoreo social como una solución efectiva y económica de rastreo de contactos”.

EE.UU. quiere neutralizar el avance de China con la tecnología 5G y los acuerdos de construir una central nuclear. Y también sumar a Argentina a las iniciativas contra Venezuela y Cuba. No otra cosa quiere decir el comunicado de la vocera del Consejo de Seguridad Nacional, Emily Horne, cuando dice “es imperativo un involucramiento diplomático regional para abordar las amenazas a la democracia, los derechos humanos y la seguridad en nuestro hemisferio”. No está hablando de las dictaduras militares o civiles orientadas por EE.UU. que es la amenaza permanente sobre nuestro continente.  Este es el anuncio que presenta la visita de Juan Sebastián González, el principal asesor para América latina y el Caribe en el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, enviado por Biden.

EE.UU. presiona con las vacunas y también con su posición que adoptará en el FMI en la renegociación de la deuda extraordinaria que le otorgó a Macri por orden de Trump.

Los defensores del gobierno presentan estas visitas de dos de los principales responsables de las políticas de EEUU para América Latina para desmentir que el país está aislado y que tiene un diálogo abierto con EE.UU. ocultando que el objetivo de esta ofensiva es alinearlo con su política colonial.

En defensa de la soberanía nacional se debe señalar que EEUU es la principal potencia que nos oprime, sea cual sea su presidente, es responsable de todos los golpes militares desde 1930 y de las represiones más sangrientas, colaboró con Inglaterra en la guerra de Malvinas. Ha intervenido directamente en la desnacionalización y reprimarización de la economía.

 

(nota de MASAS nº391)

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