20 años de Zanon – Parte 3: “Zanon es del pueblo – Apoye a los obreros”
Pensar la experiencia de Zanon implica poder analizar cada uno de los aspectos que nos permitan entender su relevancia en la historia de la lucha de clases regional y nacional.
Como vimos en los artículos anteriores, fueron años de trabajo militante los que llevaron a la ocupación y luego sostenimiento de la producción de la fábrica, incluso con todas las limitaciones que impone la realidad de una cooperativa en el marco del sistema capitalista. A la unidad que se logró construir hacia el interior de la fábrica, se sumó la necesidad de unir la lucha de Zanon al conjunto del resto de los trabajadores. El trabajo con la comunidad, principalmente en las barriadas del oeste neuquino y Centenario, de donde provenían la mayor parte de los obreros, fue fundamental.
Durante el 2001, año en el que la patronal avanzó con el lock out patronal y despidos, los obreros tomaron conciencia de que la lucha que estaban llevando adelante no podía ser en soledad. Existía un punto de unión entre ellos y los trabajadores que estaba padeciendo los azotes de la crisis del 2001, y era necesario unificar la defensa de los puestos de trabajo en un contexto de miles de desocupados. La lucha de Zanon, en poco tiempo logró transformarse en un emblema de la clase obrera ocupada y desocupada, que veía reflejada su lucha por trabajo en la lucha que llevaban adelante los obreros.
Bajo la consigna “Zanon es del pueblo-apoye a los obreros”, recorrieron los barrios de Neuquén, en búsqueda de apoyo. La campaña tenía como una de las consignas: “un volante por un alimento”, así comenzaron las colectas para el fondo de huelga, con notas en los cuadernos de comunicación de los estudiantes por parte de los docentes que acompañaban la lucha ceramista, y hasta las raciones de comida que cedieron los presos de la U11, todos actos de solidaridad que no podrán olvidarse. Hay obreros que dicen “nunca creímos que tendríamos tanto apoyo de la comunidad”.
El hecho de que Zanon se haya transformado en causa popular, con apoyo y solidaridad de la comunidad y diferentes organizaciones de desocupados como el MTD, seccionales de ATEN, centros de estudiantes, organismos de derechos humanos, partidos políticos, contribuyó sin duda a la puesta en marcha y sostenimiento de la fábrica.