Ante el conflicto de límites entre Chile y Argentina

Rechazamos cualquier conflicto entre nuestros pueblos hermanos. Por encima de cualquier disputa territorial está la unidad de los trabajadores, los oprimidos de ambos países que se proyecta en la lucha por una nación única latinoamericana, en los Estados Unidos Socialistas de América Latina. Los límites que dividen a los países fueron impuestos por las clases dominantes para defender sus intereses y sus negocios con el amo imperial.

La división y conflicto es entre gobiernos burgueses sobre los que actúa el imperialismo, especialmente EE.UU. No olvidamos que las dictaduras militares pusieron a nuestros países al borde de la guerra por el Canal de Beagle.

Recordamos que las históricas disputas sobre la línea de demarcación de la frontera sobre la Cordillera se resolvió por la imposición de EE.UU. que exigió terminar con todos los conflictos para que pudieran operar las mineras multinacionales.

Desconocemos las motivaciones actuales del decreto supremo 95, emanado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Piñera, publicado el 27 de agosto. Y la prohibición de desembarco de la tripulación de la Fragata Libertad en Valparaíso. Es posible que la derecha chilena ante su desastre que amenaza con su aplastamiento provoque un conflicto para estimular viejos resentimientos alimentados por la burguesía y capitalizarlos políticamente. En situación de profunda crisis se apela al chauvinismo, a la guerra, para someter a las masas. Pero también es posible que sea un aspecto de la guerra comercial entre China y EE.UU. ya que la reciente visita de los máximos funcionarios de EE.UU. a Alberto Fernández transmitieron la “preocupación” por la posible presencia China en la base que se construirá en Ushuaia.

Desconocemos que el gobierno argentino defienda la soberanía y el interés nacional. Su política es de sometimiento al imperialismo, así que no se le debe creer nada en este sentido. El gobierno argentino no tiene ningún problema en ceder soberanía sobre Vicentín, a las mineras, a las multinacionales que operan desde sus puertos privados y controlan el Paraná y en reconocer y pagar una monumental deuda externa que fue un fraude. Un gobierno que no defiende la plataforma submarina ocupándola con una flota pesquera propia. No dejemos que haga demagogia nacionalista con esta cuestión.

El gobierno quiere que todos se pronuncien y que se diga “estamos todos del mismo lado” en este tema. Rechazamos este llamado. No podemos estar del mismo lado del gobierno que no defiende la soberanía nacional frente al amo imperialista.

¿Qué quiere decir Daniel Filmus cuando dice: “El Senado muestra unanimidad cuando se trata de temas de soberanía nacional”? El senado fue y es completamente impotente en defender la soberanía nacional, desconocemos que haya actuado alguna vez en ese sentido.

No defendemos ningún “tratado de paz” firmado entre los países porque fueron firmados por gobiernos burgueses que no nos representan y porque siempre expresan los mezquinos intereses de una clase minoritaria y sometida.

Aun no podemos precisar el alcance de esta disputa pero desde ya debemos combatir cualquier manifestación de “antichelenismo” o “antiargentinismo” provocado por los gobiernos y los partidos patronales.

Los oprimidos de ambos lados de la Cordillera tenemos un enemigo en común: nuestras burguesías y el imperialismo que nos oprime.

(Nota de MASAS nº400)

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