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Bolivia: El conflicto del censo no logra polarizar al país: el gobierno del MAS y la derecha racista, entrampados en su embrollo

Este conflicto en torno a la fecha del censo encierra intereses políticos mezquinos inconfesables, tanto del oficialismo como de la vieja derecha opositora, que golpea sin misericordia a los sectores más pobres de la población, tanto de Santa Cruz como del país en su conjunto, en la medida que está provocando una escalada alcista en los precios de los artículos de consumo diario y la consecuente disminución del poder adquisitivo de los ya miserables sueldos, salarios e ingresos de esas inmensas masas de cuentapropistas. El objetivo planteado es un absurdo, el censo no resuelve nada, es un pretexto tomado por la vieja derecha opositora a raíz de la decisión del gobierno de Arce Catacora de postergarla hasta el 2024, a decir de la derecha opositora, con el propósito de no modificar el padrón electoral para el 2025 que, señalan, le permitiría al M.A.S. asegurarse la victoria en las próximas elecciones.

Los contendientes en esta puga cupular, igualmente derechistas, antiobreros y sirvientes de la empresa privada, de la oligarquía agroindustrial y de las transnacionales imperialistas, hacen esfuerzos por tratar de polarizar al país detrás de sus banderas. Los comiteistas cruceños tratan de capitalizar el malestar social contra el gobierno y no dudan en enarbolar viejas banderas regionalistas para llevar las aguas a su molino y los masistas, a su vez, han levantado el cuento del golpe de Estado tratando de enfilar a las organizaciones sociales a cercar Santa Cruz buscando derrotar definitivamente al civismo cruceñista.

Sin embargo, este conflicto choca con los amplísimos sectores de gente pobre que vive al día y cuyo interés es llenar la olla con los miserables ingresos con que cuentan y que sufren las consecuencias de la subida de los precios por la escasez de carne de pollo, de res, porcina, etc., con el transporte pesado con medio mes de paralización en sus actividades provocándoles grandes pérdidas, con el transporte público en Santa Cruz que funciona a medias. Estos sectores, incluidos los interculturales y organizaciones campesinas fuertemente influenciadas por el oficialismo, la debilidad de los comités cívicos de las cáptales del Occidente que no pasan de declaraciones líricas de apoyo a su similar cruceño, etc., son el talón de Aquiles de la huelga general indefinida cruceña desde el principio. Todo este panorama de deterioro de la ya maltrecha economía popular, se constituye en poderoso factor de presión contra el gobierno y contra el paro cívico cruceño.
En estas condiciones resulta imposible lograr la polarización del país en torno a la fecha del censo porque el interés de la gente está centrado en otros factores más inmediatos y reales emergentes de la crisis económica que tienen que ver con sus estómagos, fracasan en el intento de capitalizar el malestar de la gente tanto los oficialistas incapaces y corruptos como los cívicos ultraderechistas. La prolongación del tiempo del conflicto se convierte en un dogal que amenaza estrangular el cuello de ambos.

Es en estas circunstancias que el gobierno organiza la Reunión Técnica de Trinidad, para decidir la fecha del censo y encontrar una salida. Salvo que el gobierno ceda en que el censo se lleve a cabo el 2023, el conflicto continuará, los cívicos cruceños están entrampados en la exigencia de que sea el 2023 resuelto por su cabildo. Las amenazas de los parlamentarios masistas en sentido de la posibilidad de la declaratoria de estado de sitio en Santa Cruz tiene la finalidad de amedrentar a sus oponentes, medida que -de darse, como el famoso cerco masista a los cruceños- podría provocar una mayor catástrofe en las posiciones del oficialismo.
El rumbo que va tomando el presente conflicto y sus consecuencias para los bandos en pugna son la demostración del agotamiento político tanto del gobierno como de la derecha racista del país; la gran debilidad radica en la ausencia del proletariado como la dirección política de toda la nación oprimida, capaz de ponerse a la cabeza de sus luchas enarbolando las banderas de la independencia políticas y organizativa frente a la derecha tradicional como del gobierno del MAS.

(POR Bolivia – Masas nº 2722)


¡CÍVICOS Y GOBIERNO, POLITIQUEROS YA DEJEN DE JODER AL PUEBLO!

Dejen de tratar de manipularnos y llevarnos a peleas entre pobres por sus mezquinos intereses por plata y poder

¡Levanten sus paros, cercos, y otras medidas que nos llevan a mayor miseria!

Con el cerco y marcha el gobierno utiliza a los campesinos como carne de cañón y los cívicos con su paro, de igual manera utilizan a la población de los barrios de los municipios.

Tanto el gobierno como los cívicos son impostores, mentirosos que hablan de defensa del trabajo y de un CENSO que no resolverá nada.

El censo es una falsa causa, lo que pasa es que el gobierno igual que los cívicos y el facho Camacho encontraron un justificativo para hacer politiquería para distraer a la gente de sus verdaderos problemas: ni el censo resolverá nada, ni la economía está sufriendo sólo por el paro, ya estaba herida por las políticas del «modelo» rentista de la burguesía.

Obreros, campesinos, gremialistas, transportistas debemos unirnos por nuestras necesidades de manera independiente del gobierno (MAS) y cívicos (Creemos) ambos politiqueros corruptos sirvientes de los grandes empresarios y transnacionales.


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