El Canal Magdalena va a estar al servicio de las multinacionales que saquean nuestro país

Sin Marina Mercante del Estado ni reestatización de los puertos no hay soberanía

El Jueves 20 de Abril Fernández y Kicillof realizaron el anuncio oficial de la licitación del dragado y balizamiento del Canal Magdalena. Los gobernantes sostuvieron que el Canal permitiría conectar los puertos del norte y sur del país sin tener que pasar por el Puerto de Montevideo (a través del Canal Punta Indio), lo que ahorraría algunos pesos y tiempo.

Se trata, sin embargo, de un problema relativamente menor. Lo verdaderamente importante es que omitieron señalar que la apertura del Canal Magdalena podría permitir una salida directa al océano para nuestras exportaciones sin pasar por Uruguay, en cuyo puerto se facilitan las operaciones de triangulación para evadir impuestos de las empresas radicadas en Argentina (los barcos salen llenos de granos, pero en nuestro país declaran que van con menos carga, que mágicamente aparece en Uruguay, y por esa parte no pagan impuestos ni ingresan los dólares). Uruguay es un paraíso fiscal utilizado por los dueños de Argentina para contrabandear. Evidentemente el Presidente y el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires no tienen como objetivo poner fin a los negociados criminales contra nuestro país que hacen las cerealeras extranjeras.

En su discurso, Axel Kicillof dijo que “no es la primera vez que me toca llamar, o acompañar en este caso, el llamado a licitación del Canal Magdalena, lo hice también como ministro de Economía de Cristina Kirchner en el año 2015”. Se justifica diciendo que luego vino Macri y lo paralizó, pero no explica por qué no se hizo nada desde el 2013 cuando lo anunció Cristina Kirchner desde la presidencia, en el 2014 donde se llamó a licitación o en los 4 años de gobierno de Alberto Fernández. No podemos desconocer que hay intereses muy poderosos en contra de la realización del Canal Magdalena (a quienes Fernández y Kicillof no denuncian públicamente) y que se trata de una causa que despierta simpatías en algunos sectores nacionalistas.

Advertimos que este llamado a licitación tiene más olor a hipocresía electoral que a “acto patriótico”. Lo más probable es que confíen en que nuevamente quede trunco tras un eventual cambio de gobierno. De un gobierno que se ha arrodillado ante el FMI, aceptando un control colonial sobre nuestra economía, que no estuvo dispuesto a estatizar Vicentín ni el Río Paraná, no podemos esperar ningún acto en defensa de la soberanía nacional.

Denunciamos que el dragado del Canal Magdalena en sí mismo no será ningún paso adelante en la liberación de nuestro país mientras no haya un solo barco de bandera nacional circulando por nuestros ríos y transportando nuestras mercancías, mientras se sostenga la privatización de los puertos que ha dejado el control sobre el comercio exterior en manos de empresas extranjeras. Los dirigentes del Frente de Todos nos dicen que hay que votarlos a ellos para que no vuelva la derecha, pero la realidad es que ellos han aplicado mejor que nadie el programa de la derecha. ¿Cómo puede ser que en 16 años de gobierno de los Kirchner y de Fernández no se hayan revertido las reformas menemistas?

Esto es lo más grave, y cínicamente lo planteó Kicillof en su discurso: “Argentina hoy no tiene reserva de la carga, Argentina no tiene hoy una flota marítima mercante (¡vean en el video los aplausos de los vendepatria presentes en el acto!) el Canal Magdalena va a ser la puerta de acceso a los puertos bonaerenses y los puertos argentinos, el Canal Magdalena es nuestra puerta de acceso a un futuro mejor y a una historia más grande”. Repugnancia da el Gobernador de Buenos Aires que le dice a los trabajadores del Astillero Río Santiago, movilizados al acto por la burocracia de Banegas de ATE-Ensenada, que no hay ninguna perspectiva de construir los barcos en nuestro país, a pesar de contar con condiciones de sobra para hacerlo, con uno de los Astilleros más importantes del continente.

Kicillof citó las palabras de Manuel Belgrano sobre la importancia de la realización del Canal Magdalena. Tuvo que escoger una cita irrelevante porque no puede defender el verdadero programa que defendió Belgrano: “Una nación que deja hacer por otra una navegación que puede realizar por sí misma compromete su futuro y el bienestar de su pueblo”.

Buena parte de la opresión imperialista tiene la base de su poder en el estado actual de la navegabilidad de nuestros ríos y puertos, así como de nuestra industria naval. Hace casi 2 siglos los ingleses y franceses nos invadieron para imponer la libre navegabilidad. A pesar de que fueron derrotados militarmente, impusieron su programa aliados con los terratenientes, que sigue vigente hasta la actualidad. Un programa que ningún país imperialista acepta en su propio territorio. En EEUU la navegación del Río Misisipi (comparable con nuestro Paraná) solo es permitida por buques construidos en EEUU, propietario de estadounidenses y tripulado por estadounidenses. Por nuestros ríos, en cambio, no circula ni un solo buque de bandera nacional. A lo largo de décadas los intereses de los países imperialistas y con la complicidad de las clases propietarias de nuestro país y los gobernantes impidieron que los buques se construyan en nuestro país, lo único que nos permiten es que le compremos su chatarra.

El único programa para defender la soberanía es la reestatización de todos los puertos y vías navegables y el restablecimiento de la Marina Mercante estatal, con barcos construidos en el país. No será el nacionalismo burgués incapaz de romper con el imperialismo quien lo llevará a cabo. Solo la clase obrera organizada y armada con su programa revolucionario puede liberar a la nación y desarrollarla industrialmente.

(Nota de MASAS nº434)

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