Los dirigentes de CTERA no defienden la educación pública
Su respuesta a los ataques de Milei son una impostura. Dicen: “Desde la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), nos damos por aludidos cada vez que se produce un ataque a la educación pública y sentimos la necesidad de responder en su defensa”.
El discurso de Milei “está siendo utilizado por el sector más rancio de la derecha para profundizar el ataque a la educación pública (a todo lo que sea público)… Entre los tantos disparates que plantea el candidato de la ultra-derecha en la Argentina, dice que, en caso de ser presidente, ´eliminará la obligatoriedad en el sistema educativo y entregará vouchers para acceder a la educación´”.
La dirección de CTERA nunca planteó la lucha por el sistema único, público, nacional y gratuito de educación. Nunca planteó la derogación de la reforma neoliberal de Menem que provincializó la educación, fragmentó el sistema y dividió a los trabajadores de la educación en 24 jurisdicciones. Nunca planteó la lucha por el presupuesto educativo para que alcance para todas las necesidades del sistema: para infraestructura, para construir más escuelas, para realizar el mantenimiento de las que ya existen; para sueldos. Nunca planteó la lucha por un salario mínimo que cubra lo que cuesta la canasta familiar. Los bajos salarios obligan a que los trabajadores de la educación deban sumar horas y cargos para sobrevivir, son responsables de no haber enfrentado todas las reformas. Son responsables del avance en el deterioro y destrucción de la Escuela Pública, que es la base sobre la cual crece la escuela privada. Actúan como funcionarios de los gobiernos, no como representantes de los trabajadores.
Sólo con la lucha general de los trabajadores se puede defender la escuela pública y enfrentar las políticas del Banco Mundial, el BID, la OCDE, las fundaciones y ONGs privadas, y la USAID (Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional), que operan sobre los Estados para promover el avance privatizador. La dirección de CTERA no sólo no lucha sino que abandona, aísla y combate a los que luchan.
La derecha puede avanzar frente al fracaso de los gobiernos que son acompañados por la política de conciliación y complicidad de las direcciones sindicales.
Es correcta la afirmación que hacen sobre el gran fracaso en Chile que “ha sido tener uno de los sistemas educativos más excluyentes y desiguales del planeta, debido a la gran cantidad de años en los que Chile tuvo educación privada para la mayor parte de su población”. Y es falso que el gobierno actual o los de la Concertación que le precedieron puedan terminar con ese sistema que endeudó a las familias y a los estudiantes, y que liquidó la educación pública.
Para poder defender la educación pública una de las tareas más importantes es recuperar CTERA para los trabajadores, arrancarla del gobierno sometido al programa del FMI y las multinacionales.
