A 106 años de la Revolución Rusa
Extraordinaria conquista de la humanidad. Abrió una época histórica, comenzó la transición del capitalismo al socialismo.
Fue una verdadera revolución popular que implantó un gobierno obrero campesino, la dictadura del proletariado apoyado en el poder de los soviets.
Pudo vencer a los ejércitos del imperialismo y sostenerse en el tiempo pese a que quedó aislada. No triunfó la revolución en Alemania ni en Italia como se esperaba y necesitaba, ni en ningún país desarrollado.
Demostró que un país desde un profundo atraso puede desbloquear las fuerzas productivas y producir un desarrollo extraordinario, la condición es hacer la revolución social, expropiar a la burguesía. En la época del imperialismo la burguesía de un país atrasado no puede llevar adelante las tareas democráticas.
Las fuerzas productivas se pudieron desarrollar porque se expropió a la burguesía, se planificó la economía, se monopolizó el comercio exterior. Pero encontró su límite al no extenderse la revolución proletaria a países desarrollados.
¿En qué consiste hoy defender la tradición de la Revolución Rusa?
– Reivindicar sus elementos esenciales, sus principios, explicar el papel contrarrevolucionario del stalinismo y sus retrocesos.
– Impedir que el imperialismo consume su objetivo histórico más preciado: tirar abajo su régimen, derrotar a sus FFAA, apoderarse de su inmenso territorio, fragmentarlo y colonizarlo.
– Luchar por la reconstrucción de los soviets, la recuperación de los sindicatos, y fundamentalmente del partido bolchevique, para expulsar a los que usurparon el poder y avanzaron con el proceso de restauración capitalista.
En esta tarea es fundamental avanzar en la resolución de la crisis de dirección revolucionaria reconstruyendo la IV Internacional, tarea en la que está empeñada el CERCI.
(Nota de MASAS Nº444)