La movilización del 20 de diciembre a Plaza de Mayo
El mismo día que se ponía en práctica el protocolo con un despliegue de fuerzas extraordinario, como si fueran a enfrentar una guerra, la movilización pudo llegar a la Plaza de Mayo. Esa movilización que rememoraba aquél 19/20 de diciembre de 2001 y los 39 compañeros asesinados por el gobierno de De la Rúa (del que Patricia Bullrich era ministra), tuvo la importancia de demostrar que se podía movilizar, pese a la demostración de fuerza que hizo el gobierno involucrando a todas las fuerzas de “seguridad” federales. Así, abrió la puerta para las movilizaciones extraordinarias de esa tarde/noche/ madrugada en todo el país y los días siguientes. Quieren castigar a los convocantes y las organizaciones presentes a que paguen el costo del operativo policial de $60 millones.
Pese a las amenazas durante una semana, todo el día, diciendo que no iban a permitir la marcha, con toda una serie de medidas como en dictadura y que darían de baja los planes a las personas que participaran, la movilización se abrió camino. El gobierno violó todas las leyes, tratando de impedir el derecho a la protesta, haciendo inteligencia, filmando a todas las personas, a todos los grupos para identificarlos y luego sancionarlos, deteniendo más de 700 ómnibus, habilitando el 134 para delaciones colectivas contra las organizaciones piqueteras. Desde hace más de 2 siglos el pueblo se expresa políticamente con movilizaciones, marchas, concentraciones en las plazas, y ni la dictadura más sangrienta lo pudo impedir.