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Es necesario combinar la lucha contra los tarifazos con el programa obrero de expulsar a las multinacionales petroleras del país

movilización popular, en todo el país, que derribó la denominada “Ley Ómnibus” se reflejó también en el retroceso de las desregulaciones previstas para el sector energético. Marcando nuevamente que la convocatoria de los sectores de izquierda y organizaciones sociales fueron los protagonistas en las calles, sumado al importante paro y movilización que la burocracia se vio obligada a convocar.

Estas medidas profundizaban, las políticas neoliberales vigentes, que enmarcan los beneficios actuales de las multinacionales de la energía. El denominado Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) no podrá ser eliminado, salvaguardando las regulaciones sobre tarifas, biodiesel, gas, hidrocarburos etc. Una de las modificaciones que pretendía el paquete de leyes del Ejecutivo nacional, era sobre el artículo 6 de la ley 17.319, que ponía fin al autoabastecimiento. De esta manera se liberaba a la exportación de combustibles sin restricción alguna, anulando la ley de 1967. También se eliminaba las posibles prórrogas de 10 años mediante el artículo 47 bis, a las concesiones vigentes en gas y petróleo, muchas fueron otorgadas durante el menemismo y por el kirchnerismo, de las cuales varias vencían entre el 2025 y 2027.

También se frenaron las normativas sobre el Gas Natural Licuado, que dejaba en manos directas de grandes jugadores, para la utilización de los derivados líquidos del Gas de Vaca Muerta para la extracción de cobre, que está en boga nuevamente.

En lo respectivo a las llamadas Zona Patagónica y Zona Fría, la negativa a la declaración de emergencia tarifaria y energética en poder discrecional del Ejecutivo nacional, evitó que los trabajadores enfrenten cuadros de abonos más abusivos sobre los deprimidos ingresos.

Como ya declararon Caputo y Milei, a pesar de haber sido derrotados en La Ley Ómnibus, seguirán con el ajuste y las tarifas volverán a subir. Por eso es fundamental seguir movilizados y que los sectores obreros que intervienen directamente en la extracción de gas y petróleo sean parte de las luchas, ellos mejor que nadie saben las ganancias extraordinarias que tienen las multinacionales y cómo contaminan todo a su paso. Combinemos la lucha contra los tarifazos con una respuesta a la cuestión de la energía. A la política del gobierno de privatizar tenemos que oponerle el programa de la clase obrera: la expropiación y estatización de todas las empresas nacionales y extranjeras, creando un monopolio estatal de toda la producción, distribución y comercialización petrolera, bajo control obrero colectivo, ésta es la única salida a la llamada crisis energética.

(Nota de Masas n°451)

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