El documento de la CGT del 1º de mayo
Afirma que “Cada 1º de mayo constituye una jornada de evocación y un llamado a la memoria por todos aquellos que nos precedieron en las luchas obreras y que tuvieron el valor de organizarse para conquistar y defender sus derechos sociales y laborales… Es una jornada de reclamo, por las necesidades que deben ser atendidas y reparadas”.
“En esta oportunidad, cuando todos los derechos sociales, laborales, sindicales y previsionales se encuentran amenazados, es un día de reivindicación y defensa de las conquistas y derechos adquiridos que se pretenden vulnerar sin respetar la voz de las y los trabajadores”.
Es necesario señalar que venimos de un largo proceso de ataque a todos los derechos, de precarización de los trabajadores, de crecimiento del trabajo informal, de aplastamiento de los salarios y jubilaciones, que sólo pudo ser posible por la política conciliadora de las direcciones burocráticas con todos los gobiernos y las patronales. Ciertamente estamos ante un profundo ataque contra los trabajadores y la mayoría oprimida, pero viene ocurriendo desde hace largo tiempo.
“Transitamos un grave momento como país y como sociedad. Un gobierno nacional que… implementa un ajuste brutal que sufren especialmente los sectores de menores ingresos, las clases medias asalariadas, jubilados y pensionados. Precios liberados en alimentos, en medicamentos, en energía y en los servicios esenciales y salarios disminuidos en su poder de compra. Paritarias intervenidas por el ministro de Economía que impide la adecuada actualización de los salarios; recesión y aumentos incesantes que generan caída en los niveles de actividad económica y los índices de consumo básicos, que —en la práctica— representan una fenomenal transferencia de recursos hacia los sectores más concentrados y privilegiados de la economía”.
Las grandes corporaciones nacionales y extranjeras, están detrás de este programa, respaldando fuertemente los ataques del gobierno.
“Un 31% de caída real en las partidas presupuestarias de jubilaciones y pensiones, un 87% en obras públicas, un 39% en subsidios al transporte, un 76% en transferencias a las provincias, un 18% en recorte a las universidades y un 13% en programas sociales; son solo algunos de los indicadores que ponen en evidencia que el ajuste no lo paga la casta; sino que recae sobre los sectores más vulnerables”.
“…profundizando así el grave cuadro de pobreza estructural e indigencia que devasta nuestra comunidad”.
“Frente a este escenario urgente, una vez más, el movimiento obrero organizado desde la Confederación General del Trabajo, está unido y de pie. Las y los trabajadores reafirmamos nuestro compromiso y nuestro derecho a participar en el diseño de la sociedad a la que aspiramos. En ese desafío convocamos y ponemos a consideración pública de todos los actores sociales e institucionales, la construcción de un programa de consenso multisectorial, que nos permita avanzar hacia una Agenda de diálogo para una Argentina del Desarrollo, la Producción y el Trabajo, solidaria, inclusiva y con igualdad de oportunidades”.
El documento no dice que el capitalismo está agotado, que el régimen de la gran propiedad está bloqueando las fuerzas productivas, que la deuda externa es insoportable, que debemos detener el saqueo. No alerta sobre el carácter mundial de la crisis que está expresándose en las guerras que impulsa EE.UU. y la OTAN con la complicidad de las grandes potencias. No se expresa en defensa del pueblo palestino y el genocidio que está soportando.
El documento no dice que no hay cómo conciliar posiciones con la burguesía, con los explotadores, que sus intereses son contrarios, antagónicos, irreconciliables con el interés de la clase obrera y la mayoría oprimida. El programa de consenso multisectorial que mencionan sólo debe dirigirse a los oprimidos, sobre la base del programa de la clase obrera, que nunca ha gobernado, que puede diseñar la sociedad a la que aspiramos luchando por el propio poder, sin ninguna confianza en las instituciones de la burguesía, el Congreso, la Justicia, las elecciones, rompiendo con los partidos que defienden la gran propiedad de los medios de producción.
Su propuesta política se ubica en el terreno de defender este régimen que está agotado, por lo tanto, no expresa el potente despertar del movimiento obrero y de todos los sectores y capas medias que sufren la catástrofe social. En ese movimiento se podrá gestar una nueva dirección que se base en la independencia de clase, en los métodos de la lucha de clases, para defender nuestros derechos e imponer nuestro programa.
(Nota de MASAS n°456)