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La desesperación del Gobierno pone en peligro los glaciares

El Gobierno está desesperado por conseguir dólares como sea para poder sostener su esquema parasitario.

La Ley RIGI que facilitaba las inversiones es un fracaso pese a todas las facilidades concedidas. Por el contrario, lo que se verifica es un proceso de desinversión, de retirada de los capitales extranjeros.

El Decreto presidencial modificará la Ley 26.639 de Glaciares para ampliar las áreas habilitadas de explotación. Esa Ley establecía las regulaciones para habilitar la actividad económica en la zona periglaciar. La decisión pretende brindar “seguridad jurídica a los proyectos de inversión” que se instalen en estos territorios. La iniciativa a la medida la tuvo el ministro de Economía, Luis Caputo.

Busca la reducción de zonas protegidas para la instalación de industrias mineras e hidrocarburíferas, de la liberación de productos químicos o residuos y de la construcción de infraestructura no relacionada a la investigación científica. Le daría atribuciones a las provincias sobre los espacios donde pueden generar industrias para así hacerlas cómplices de su política.

El Gobierno aseguró que exigirá informes de impacto ambiental para aprobar proyectos de inversión. Además, mantendrán el marco de restricciones para glaciares cubiertos y descubiertos. Las regulaciones actuales contemplan multas, suspensiones y el cese definitivo de la actividad. Todas formalidades que no impiden la destrucción y contaminación irreversibles como ya se ha probado. 

Las modificaciones del Decreto ya habían sido propuestasen las primeras versiones de la ley de Bases pero fueron eliminadas del documento final por no tener apoyo legislativo.

En 2019, la Corte Suprema de Justicia confirmó la constitucionalidad de la ley de Glaciares que obliga a realizar estudios y monitoreos para evaluar el impacto de las actividades en los glaciares y el ambiente periglacial. Los glaciares son fundamentales para el ecosistema. Y establece la creación de un Inventario Nacional de Glaciares, herramienta elemental para la recopilación de información y el monitoreo de estos cuerpos de hielo.

El Gobierno nacional, bajo el argumento de promover y “cuidar las inversiones extranjeras” busca modificar la Ley. Quieren permitir la explotación en la zona periglaciar, hoy protegida por la ley.

Las zonas periglaciares son zonas montañosas con suelos congelados. Ahí se conserva mucha agua. Informan que en Argentina tenemos más de 16.000 glaciares y como todos los glaciares del mundo, nuestros glaciares cada vez están derritiéndose más.

“El Perito Moreno (que no es de los que más retrocedió) perdió 1,92 km² de superficie en solo 7 años. Aproximadamente 320 canchas de fútbol. Nuestra vida en la tierra es gracias a los glaciares. No sólo el 70% del agua dulce del mundo viene de los glaciares sino que también regulan la temperatura a nivel mundial(porque reflejan la luz solar)”.

No rechazamos la minería y la explotación hidrocarburífera, pero debe estar en manos del Estado, destinadas al desarrollo de la industria nacional. Rechazamos la explotación privada destinada a la exportación, para así generar divisas para pagar la deuda externa fraudulenta y sostener la especulación financiera, condenándonos a la reprimarización de la economía. Las empresas privadas sólo buscan el mayor lucro, sin importar las consecuencias de su explotación, sin importar la preservación del ecosistema que una vez destruido no se puede reconstruir. Esta política debe ser defendida por la clase obrera y la mayoría oprimida, interesadas en preservar y conservar los recursos naturales en nuestro propio beneficio.

(Articulo de MASAS n°484)