A MACRI Y AL IMPERIALISMO NO SE LOS DERROTA CON EL PACTO SOCIAL DE LOS FÉRNANDEZ SINO EN LAS CALLES CON LA POLÍTICA DE LA CLASE OBRERA

Vivimos un desastre económico. Se agravan diariamente las condiciones de vida y de trabajo de la gran mayoría. Es el resultado de las políticas de los bancos nacionales y extranjeros, las petroleras, los terratenientes, los exportadores, los grandes capitalistas, que han hecho enormes ganancias, con la intervención directa de EE.UU. y el FMI. No fue sólo Macri.

 

Contó con la colaboración de los gobernadores, los legisladores y la burocracia sindical. No lo olvidemos. Pese al papel de los medios de comunicación, los servicios de inteligencia, los jueces, las políticas represivas, las masas enfrentaron estas políticas como pudieron desde el principio. En estas condiciones, se ha generado una gran crisis política.

 

Esa respuesta popular al Gobierno y sus políticas fueron desviadas transitoriamente hacia el voto por los Fernández, que triunfaron ampliamente en las PASO. Concentrando un voto de bronca y también la expectativa de que podrá haber un cambio importante con el nuevo gobierno.

 

Macri fue derrotado en las urnas. Pero para derrotar al gran capital nacional e internacional y terminar con este régimen de saqueo y superexplotación hace falta la política de la clase obrera, la única clase que no tiene ninguna atadura con el capital.

 

Para terminar con el sometimiento al imperialismo debemos derrotar todas las reformas neoliberales que se aplicaron desde 1975, recuperar todas las empresas privatizadas, todos los recursos, el petróleo en primer lugar. Y desconocer toda la deuda externa e interna, en dólares y en pesos. La banca debe ser nacionalizada al igual que el comercio exterior, para que no se fugue ni se derroche un solo dólar. Los grandes terratenientes tienen que ser expropiados, no podemos seguir soportando que crezca el hambre y la malnutrición de nuestros niños mientras se producen alimentos para más de 400 millones de personas.

 

Fernández gobernará para todos esos sectores. Dice que quiere pagar las deudas, que respetará los contratos, que las empresas recuperen su valor, que tengan ganancias. Alertamos desde ya que no habrá ningún cambio de fondo. Que no tenemos que dar tregua. Su propuesta de “hambre cero” es el reconocimiento de su incapacidad para acabar con la pobreza. El pacto social que nos ofrecen es que resignemos nuestros reclamos y que abandonemos la lucha.

 

Esas medidas deberán ser impuestas por la acción directa de masas. No serán producto de una Ley o una constituyente. Medidas elementales que sólo tomará la clase obrera en el poder, con el apoyo de la mayoría oprimida. Ningún gobierno burgués lo hará. Depende de nuestra organización, de nuestra lucha, de nuestra política.

 

Intervenimos en la campaña electoral propagandizando estas ideas, esta política de la clase obrera y llamamos a anular el voto porque ningún candidato, ninguna lista, plantea esta política. Las elecciones buscan legitimar el sistema de explotación, gane quien gane.  Es necesario que la clase obrera se independice políticamente, que deje de seguir candidatos y políticas que defienden el régimen político del gran capital. Que tome las riendas de la sociedad, luchando por la transformación de la sociedad bajo el socialismo, camino a la sociedad sin clases, el comunismo. No hay ninguna posibilidad de reformar o humanizar el capitalismo. Con estas banderas llamamos a construir el POR.

 

(NOTA DE MASAS Nº 360)

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