El Gobierno vuelve a recular ante las patronales del campo

Ante la creciente inflación el gobierno mencionó que podría aumentar las retenciones a las exportaciones de cereales o intervenir en los mercados. Duró pocos días.

Es urgente nacionalizar el comercio exterior y la banca. Es urgente terminar con la oligarquía terrateniente expropiando sin pago los latifundios. No hay otra vía para conquistar la “soberanía alimentaria”.

La lógica de los exportadores es que su producto se vende al precio del mercado internacional, sea petróleo, litio, cereales o carne. Y lo que se vende en el mercado interno traduce esos valores en dólares del mercado internacional a la cotización del peso.

El Banco Central informa que la cotización del dólar pasó de $59,89 al 31 de Diciembre de 2019 a $84,15 al 31 de Diciembre de 2020, un 40,51% de devaluación del peso. La Bolsa de Cereales de Rosario reporta que el precio del maíz pasó de 139,34 dólares por tonelada a 202,03 dólares en el año, un 44,99% de incremento. Combinando la devaluación y el aumento del precio internacional, el incremento en pesos en un año es del ¡103,72%!.

Los costos que pagan en pesos los empresarios del maíz, luz, gas, gasoil, salarios, fletes, han crecido menos que la inflación. Los insumos importados que representan una parte mínima de su costo han crecido como el dólar, como máximo un 40%. Esto explica las formidables superganancias de las patronales, que rechazan cualquier medida de control o regulación sobre su actividad. Los más ricos de los ricos ganan cada vez más, mientras no deja de crecer el hambre, la miseria y la desocupación.

Hay que sumar las ganancias adicionales que obtienen por el contrabando, por declarar menos de lo que en realidad exportan, dejando el excedente en el exterior. El Gobierno les concede seguir con los puertos y los ríos en sus manos, fuera de la intervención del Estado.

Ese mayor precio del maíz en pesos repercute sobre los costos de producción de carne vacuna, porcina, pollo, huevos, leche, y se traslada a los precios.

El año 2020 fue el de menor consumo de carne vacuna en un siglo y el de mayor volumen exportado en varias décadas (un 70% a China). No hace falta mucha ciencia para poder entender la relación que existe entre el consumo interno y la exportación. El precio de la carne subió 75% en el año, el doble que la inflación.

El ganado vacuno destinado a la faena consume alimento balanceado los últimos 100 días de engorde, el resto de su peso lo ganó en los pastizales. En el caso del pollo y el cerdo es diferente, desde que nacen son alimentados con balanceado. Es una mentira más de las patronales del campo que sus productos tienen baja incidencia en la formación de los precios.

Sus precios empujan los precios de las carnes y todos los alimentos sobre los que se recarga un elevado porcentaje en las etapas de comercialización, sobre las que también hay que intervenir.

Otra mentira de las patronales es insistir con que los precios aumentan porque aumentan los impuestos. Discurso que repiten por todos los medios. Los impuestos se han mantenido en los mismos porcentajes todo el año.

El gobierno aparece todo el tiempo retrocediendo frente a las presiones de las grandes patronales, mostrando toda su impotencia y cobardía. Las direcciones sindicales lo acompañan.

La lucha por el control de la producción y el comercio exterior es vital para la mayoría oprimida. En el país de las vacas, del trigo y del maíz, la gran mayoría no puede acceder a una alimentación saludable, porque se privilegia la propiedad y las ganancias de unos pocos oligarcas.

La clase obrera, que no tiene ninguna atadura con la gran propiedad, que no tiene ataduras con los bancos locales o extranjeros, debe luchar por su propia política independizándose de la burguesía, que ha renunciado a todas sus banderas. La defensa de la soberanía nacional, la lucha por terminar con la oligarquía terrateniente, sólo podrán ser llevadas hasta las últimas consecuencias por la clase obrera acaudillando a todos los oprimidos de la ciudad y el campo.

 

(nota de MASAS nº387)

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *