Nuestra crítica a Hebe y las Madres fue el haber perdido su independencia frente al Estado burgués

Así como reivindicamos su enorme papel histórico durante más de dos décadas, en los momentos más difíciles, también recordamos sus errores, que mancharon sus banderas implacables contra el poder patronal, contra su Justicia, sus medios, sus gobiernos, su represión. Es imprescindible entender, asimilar, estudiar todos los aspectos de su lucha.

¿En qué momento se quiebran? Cuando son atrapadas por el peronismo desde el gobierno, desde el 2003. Veníamos del Puente Pueyrredón, de las jornadas del 19 y 20 de Diciembre de 2001, con un protagonismo extraordinario de las Viejas como referencia en todas las luchas.

En todo el período anterior también hubo errores pero propios de un movimiento de características clasistas que a veces podía no acertar con las consignas o la táctica, pero sin embargo no cambiaba su carácter irreconciliable frente al Estado y su apelación permanente a los métodos de acción directa, llamando a la unidad de los luchadores. Supieron colocarse a la izquierda de la mayoría de la izquierda que se volvía cada vez más democratizante, legalista y pacifista. Nunca abandonaban su reclamo de que era necesaria una revolución para terminar con tanta impunidad, con tanta miseria y entrega.

¿Cuáles son esos errores que nos parecen muy graves?

Su apoyo al gobierno de Kirchner que asume en medio de la mayor crisis del Estado capitalista y que necesitaba aparecer haciendo una “política diferente” para reconstituir el poder del Estado amenazado por los levantamientos populares cada vez más radicalizados.

Sería injusto achacar esta conducta a las Madres. Prácticamente todos los organismos de derechos humanos, los sindicalistas combativos, las organizaciones de desocupados, etc. fueron arrastrados tras la demagogia “nacional y popular”. Partidos de izquierda también se sumaron.

Su apoyo al gobierno contra los petroleros de Las Heras por enfrentar a las petroleras y al gobierno. Intentaron por todos los medios terminar con esa gran huelga que duró tres meses, llegando a militarizar la ciudad, con allanamientos ilegales en las casas de los activistas, detenciones y torturas contra ellos y sus familias. Varios de ellos fueron acusados, sin prueba alguna, por el asesinato del policía Sayago. No había cómo equivocarse frente a la represión descontrolada que se parecía la dictadura. Hebe y las Madres no se sumaron al reclamo contra los procesos y las prolongadas detenciones de los trabajadores.

Los desafortunados comentarios de Hebe ante la desaparición de Julio López, sospechando de la veracidad de su desaparición, ante un gobierno paralizado frente a la provocación.

Silencio ante la sanción de la ley antiterrorista ordenada por el imperialismo.

En enero de 2006 anuncian que suspenden las “Marchas de la Resistencia” que realizaron cada año durante 25 años. “Ya no tenemos un enemigo en la Casa de Gobierno” fue la explicación que dio Hebe.

Aceptó fondos del Estado para realizar el proyecto “Sueños Compartidos” un emprendimiento para construir viviendas populares donde intervino Sergio Schocklender, con muchas denuncias de desmanejos de todo tipo y corrupción. No pudo ver cómo operaba el gobierno para cooptar y corromper a las organizaciones, institucionalizarlas y desnaturalizar su lucha original.

El apoyo a Milani, pese a las denuncias y sospechas sobre su papel frente a la dictadura y el caso concreto del conscripto Ledo. Las Madres de Neuquén impugnaron su designación al frente de las fuerzas armadas por su complicidad en el silencio y en el ocultamiento de pruebas que había en el Batallón.

En el año 2000, en el día del Ejército Milani organizó una semana entera de “puertas abiertas” del Batallón. A través del gobierno de Jorge Sobisch realizaban la invitación a todos los colegios secundarios, como diciendo “acá no pasó nada” y queriendo recrear, como decían, la “fraternidad sociedad-Ejército”. Pero en la parte de atrás de ese batallón había funcionado, nada menos, que el centro clandestino de detención La Escuelita, demolido por ellos mismos una vez terminada la dictadura. Era en respuesta a que habían empezado los juicios por la Verdad y se estaba destapando todo lo que estaba oculto. Mientras se estaba investigando lo que había ocurrido allí, él trató de convencer a la sociedad que ahí no había pasado nada. En aquella oportunidad, los organismos de derechos humanos denunciaron la maniobra.

La vanguardia había perdido a un referente colosal de las luchas. También ha pasado con numerosos movimientos en el mundo, que al no contar con la fuerte referencia del partido revolucionario terminan siendo arrastrados en su impotencia por direcciones nacionalistas burguesas, pequeñoburguesas, conciliadoras. Es necesario explicar el fenómeno para rescatar la enorme importancia histórica de su lucha, sin dejar de ver su ocaso. Ese pasado intachable se quiebra, justamente por someterse a un gobierno, a un Estado, al que había combatido implacablemente. Lo decimos con profundo dolor, lamentándolo, porque fueron una referencia muy fuerte para los oprimidos, para la clase obrera, las viejas no se callaban nada, mandaban al frente a todos los politiqueros, a todos los burócratas, llamando constantemente a resistir, a luchar, a poner el cuerpo.

Aunque se despegó rápidamente del Gobierno de Fernández y realizó críticas muy duras, acompañó el voto, el apoyo inicial siguiendo la política del kirchnerismo. Es responsable de haber alimentado las ilusiones en el Frente de Todos, que tan caras le cuestan al conjunto de los oprimidos.

Al despedirnos de Hebe encontramos una Plaza masiva para despedirla, con mucha emoción, pero con ausencias de muchos que acompañaron de cerca sus mayores luchas.

 

(nota de MASAS nº426)

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