Bolivia: La agudización de la miseria está provocando contradicciones en la conducta de las masas

Normalmente se comete el error de pensar mecánicamente que la agudización de la miseria como consecuencia de la profundización crisis económica impulsa a los que sienten hambre a la acción unitaria para resolver sus problemas de subsistencia. En ese sentido hemos estado esperando que, durante el 2024, se puedan dar grandes movilizaciones que, por su carácter unitario y general, puedan saltar de actos puramente reivindicativos e instintivos a movilizaciones políticas que definan el destino del Estado burgués. No se descarta la posibilidad de que, este proceso, pueda convertirse en catalizador para que el proletariado supere sus actuales limitaciones políticas de colaboracionismo con el gobierno reformista para ejercer su independencia política, se incorpore a las movilizaciones de los otros sectores y actúe como dirección política de la nación oprimida.

Sin embargo, ahora cuando la miseria está golpeando duramente a los sectores más pobres de la población como consecuencia de una franca inflación por la subida del dólar en el mercado paralelo y la elevación escandalosa de los precios de los artículos de primera necesidad, las masas hambrientas están saliendo a las calles, pero enfrentadas entre sí aferrándose a sus intereses económicos parciales. Se puede citar algunos hechos que confirman esta realidad social contradictoria: en Oruro, los transportistas urbanos agobiados porque sus costos de operación suben incesantemente debido a la elevación de los repuestos y otros insumos que son importados, deciden elevar las tarifas del transporte provocando una volcánica reacción de la población en general que también siente desesperación porque sus ingresos caen vertiginosamente por la misma causa de la elevación de los precios en los artículos de consumo, se trata de un enfrentamiento entre dos sectores hambrientos que se desesperan por sobrevivir; frente a la jubilación obligatoria a partir de los 65 años que el gobierno incorpora en el proyecto de Ley 065 de modificación a la Ley de Pensiones, los trabajadores en edad de jubilarse saltan reivindicando el derecho a la jubilación voluntaria y exigiendo rentas que sean equivalentes al 100 % de los sueldos que ganan como activos, inmediatamente saltan los miles de desocupados de los diferentes sectores (maestros, trabajadores y profesionales de salud, trabajadores del Estado, de los sectores productitos, etc.) exigiendo la jubilación forzosa para poder acceder a los cargos que dejen los viejos, obstaculizando la posibilidad de organizar movilizaciones unitarias que puedan tener la fuerza suficiente para torcerle el brazo al gobierno.

La causa de esta dispersión contradictoria en las movilizaciones está en la ausencia de una dirección que pueda articular una plataforma de lucha que pueda incorporar los objetivos particulares de todos los sectores. Un buen ejemplo son las resoluciones de la asamblea del magisterio urbano de Chuquisaca que convoca a los maestros con cargo y a los desocupados a unirse para salir a las calles con la finalidad de arrancar al gobierno un mayor presupuesto para dar acomodo a los que se encuentran desocupados; la burocracia sindical hace precisamente lo contrario para debilitar las movilizaciones de las masas y acabar salvando al gobierno incapaz de atender las necesidades más elementales de los explotados y oprimidos.


¿Qué significa el sometimiento del gobierno al sector empresarial?

La actual situación crítica de las finanzas del gobierno masista de Arce Catacora responde a que su “Modelo Económico Social Comunitario” desde el 2006 tenía como su principal soporte a los ingresos extraordinarios que recibía por la exportación del gas. Pero este se le acabó; el ciclo del gas en Bolivia se encuentra en su fase final. La exportación a Brasil y Argentina llegó a su tope máximo en el 2014 llegando a recibir el Estado 6.011 millones de dólares, al 2023 sólo ingresaron 1.880 millones de dólares (“La Razón”, 15 de febrero), lo que abre un hueco en los ingresos de más de 4.000 millones de Dólares. El Estado se quedó sin Dólares y el Banco Central de Bolivia no puede abastecer su demanda. Este hecho fáctico angustia al gobierno y lo obliga a recurrir a los diferentes sectores privados y nacionales para que lo salven de su insolvencia a tal punto de doblar el brazo y terminar de hinojos ante los intereses del capital agroindustrial, minero y bancario.

Aprovechando esto, los empresarios del Oriente: ANAPO, FEGASACRUZ, CAINCO, empresarios nacionales CEPB, banqueros ASOBAN, no contentos con recibir la mano del Gobierno, ahora van por el brazo y por el mismo cuerpo entero del Ministro de Economía. No conformes con los 10 puntos que incluye la liberalización de las exportaciones y otros, exigen la total liberalización de la economía nacional, levantando la subvención a los hidrocarburos, privatizando las empresas públicas productivas y eliminando el tipo de cambio fijo del Dólar norteamericano.

El Gobierno paga las consecuencias de la aplicación de un “modelo” donde a ojos vista, lo principal había sido que en década y media entregó la economía boliviana a manos de inversionistas extranjeros y nacionales que monopolizan hoy en día el ingreso de Dólares. Definitivamente en la orientación rentista y extractivista de la política económica masista, en sus gobiernos, no es la actividad industrial la que genera los ingresos al TGN sino la venta de los recursos naturales y la miserable renta que dejan las transnacionales.

Arce Catacora cosecha lo que sembró, la dependencia hacia estos capitales empuja a su gobierno, falsamente socialista, a que profundice su alianza con los grandes propietarios de los medios de producción. Si bien antes enmascaraba su servilismo con un débil y limitado control del Estado a las actividades económicas de las principales empresas privadas del país, ahora, como Gobierno burgués que es, no tiene más opción que entregarse de cuerpo entero a los intereses del capital privado.

Cabe subrayar que este proceso de progresiva derechización del “proceso de cambio” operado por el sector “renovador” arcista del MAS en función de gobierno, también acontece en las filas de sus ahora enemigos a muerte del sector evista. Evo Morales no se ha opuesto al acuerdo puesto que en su gobierno fue el mejor socio de los terratenientes (no por nada los ganaderos le regalaron un caballo avaluado en 60.000 $us. y le han construido un monumento), además que pide el levantamiento “progresivo” de la subvención de carburantes. El bloqueo político en la Asamblea Legislativa y la sistemática conspiración buscando acortar el mandato de Arce Catacora, sólo se da en el plano político por la captura del sillón presidencial, en cuanto a orientación de políticas económicas ambas criaturas son de la misma madre: el capitalismo. De esta manera se manifiesta la fase de descomposición y caída del fenómeno político indigenista proburgués en Bolivia. Desde un inicio el POR pronosticó donde iba a acabar este movimiento político: de rodillas ante la clase dominante y el imperialismo, al igual que el MNR del ciclo nacionalista.

(POR Bolivia – Masas N°2779)

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