Los camioneros de Expreso Argentino desnudaron el rol del Gobierno, la Justica, la patronal y la burocracia sindical

Luego de cuatro meses de acampe por reincorporación y pago de los salarios, los trabajadores despedidos de Expreso resolvieron levantar el acampe y continuar organizados para hacer efectivo el fallo judicial a su favor.

La situación de los trabajadores de Expreso es parte del cuadro general de aumento de la desocupación y deterioro de las condiciones de vida. Miles de familias están bajo la línea de pobreza, sin techo, sin trabajo o con salarios muy por debajo de lo que cuesta la canasta básica familiar. La crisis sanitaria fue aprovechada por el Gobierno Nacional, que se apoyó en el silencio de la burocracia sindical, llamando a los trabajadores a quedarse en su casa, mientras las patronales despidieron y rebajaron las condiciones trabajo.

A pesar del abandono por parte del sindicato de camioneros, los trabajadores de expreso resolvieron luchar por sus puestos de trabajo y el pago de los salarios adeudados. Con medidas de acción directa, unificaron con las organizaciones políticas y sociales nucleadas en la Multisectorial de Neuquén y a nivel nacional buscaron la coordinación con el Plenario del Sindicalismo Combativo.

Con esfuerzo, lucha y unidad lograron un fallo judicial favorable, sin embargo todavía no ha sido ejecutado. La lentitud de la Justicia para hacerlo efectivo desnudó su carácter de clase, ya que cuando se trata de la defensa de la propiedad privada y las ganancias capitalistas es eficiente y punitiva. En cambio, cuando son reclamos de los trabajadores hace caso omiso o dilata en los pasillos judiciales, es por ello que no se puede confiar en las Justicia. Solo con la lucha unitaria en las calles se pueden obtener resultados favorables a las demandas de los trabajadores.

El conflicto de Expreso reveló la relación entre el Gobierno del MPN y la patronal, que se enriqueció en forma ilícita, resguardada por las instituciones del Estado. También desnudo el pacto con la burocracia sindical, que nunca llamó a asamblea, ni mucho menos a un paro en defesa de los puestos de trabajo.

Los trabajadores de Expreso además de tener que afrontar la complicidad de la burocracia, el rol del gobierno del MPN y a una patronal fraudulenta tuvieron que sortear la difícil coyuntura del COVID 19. Por todas estas razones son un gran ejemplo de lo que todos los despedidos deben hacer: organizarse, resistir, y luchar en unidad. La pelea continúa, no se deben abandonar las calles, estamos a disposición como desde el primer día.

(nota de MASAS nº 381)

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