En abril serán las elecciones en Neuquén

Los revolucionarios debemos desenmascarar que la democracia burguesa es una forma de la dictadura del capital

Se acerca la fecha de las elecciones y el MPN, que gobierna hace más de 6 décadas, se juega a seguir controlando las arcas del Estado. Si bien el candidato Koopman es un perfecto desconocido, desde el aparato de gobierno han puesto millones en la campaña electoral. Es que no quieren perder por ningún motivo el control del jugoso presupuesto de la provincia, de todos los negociados a los que acceden a través de la obra pública y de la explotación petrolera. Aunque hasta el año pasado parecía que la interna con el ex gobernador Figueroa, que ha conformado una alianza por fuera del MPN, hacía peligrar por primera vez la conducción de la Provincia, los números indicarían a Koopman como ganador. Por su parte, la oposición patronal ha presentado a los candidatos locales del FdT con Rioseco a la cabeza, y Cervi entre otros.

La presentación de listas cierra el 10 de febrero y el FITU hasta ahora no ha dado a conocer sus candidatos. Los partidos que integran este frente están disputando los principales candidatos y el tiempo de rotación. En algunas de las declaraciones de sus posibles candidatos se puede ver lo lavado de la campaña electoral. El ahora diputado Andrés Blanco, del PTS, dice que la lucha la dan: “en las calles y en las elecciones” y gran parte de sus declaraciones apuntan contra Milei.

Como lo hemos expresado en materiales anteriores, NO criticamos que la izquierda se presente a elecciones, criticamos el rol que juegan. Las elecciones burguesas son uno de los mecanismos de legitimación del sistema capitalista, y los revolucionarios estamos obligados a denunciar su carácter de clase y combatir toda ilusión en que los explotados podríamos obtener alguna mejora en nuestras condiciones de vida con el voto. Por ello no es comparable la lucha en las calles con la lucha en las elecciones. Las asambleas de trabajadores, la acción directa, la organización propia de la clase obrera y del resto de los oprimidos son el embrión de nuestro propio poder. Estos métodos están basados en la verdadera democracia, la democracia directa y obrera. Esto es lo que hay que decir en la campaña, no que necesitamos diputados de izquierda. ¡Con estas ideas, con el programa de la clase obrera, intervenimos los revolucionarios en las elecciones burguesas!

Las elecciones burguesas por su parte tienen como objetivo conformar organismos que son ajenos a nuestra clase como La Legislatura o la elección del gobernador. La ley que las regula es la Constitución que tiene como aspecto programático principal la defensa de la propiedad privada. No hay forma de dar respuesta a las demandas más básicas de los trabajadores como vivienda, salud, educación o salud, entre otros, si no terminamos con el sistema capitalista. Es en este sentido que la idea de que se da “la pelea en las calles y en las elecciones” es incorrecta, o, mejor dicho, desvía a la conciencia de los trabajadores para generar confianza en las elecciones burguesas y sus instituciones. Para fortalecer la democracia burguesa están los partidos patronales, al partido que reivindica la revolución social, el POR, le toca dar una dura batalla en las elecciones burguesas para combatir las ilusiones democráticas.

 

(nota de MASAS nº429)

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