4 de abril 2007-2023: A 16 años del asesinato del compañero Carlos Fuentealba

En el año 2007 ATEN llevó adelante una huelga histórica, que comenzó con un reclamo económico y terminó convirtiéndose en un cuestionamiento político al régimen. Esta lucha tuvo varios aspectos de importancia, uno de ellos fue el reclamo que la motivaba: salario mínimo igual al costo canasta familiar (en ese momento en $2800); el pase a planta de los auxiliares de servicio precarizados, muchos con planes como la ley 2128 y con diferentes contrataciones y remuneraciones; contra el presentismo que teníamos todos los estatales y el pase de todas las sumas fijas al básico. Otro aspecto fue la unidad que se forjó con los trabajadores estatales, especialmente con auxiliares, que eran parte de ATEN, y los de salud. Esto generó no sólo la prolongación del conflicto, sino que otros sectores de estatales se sumaran a los reclamos ante la misma patronal. Esta unidad y la profundización de la lucha preocupaban tanto al gobierno de Sobisch, como a las burocracias sindicales de ATEN, Marcelo Guagliardo, y a la de ATE.

Esta enorme lucha tuvo un preludio, la huelga del 2006, en la que los docentes recurrieron a la acción directa con cortes de ruta y piquetes, para torcerle el brazo al gobierno. El 2006 se caracterizó por los cortes de ruta diseminados por toda la provincia, al circuito petrolero, al turístico y el bloqueo a la refinería en Plaza Huincul. Ese año el gobierno puso en acción a los punteros disfrazados de obreros de la construcción, los cascos amarillos, sumado a que la burocracia logró levantar los cortes con un acuerdo miserable por desgaste acumulado, pero esta experiencia previa fue la que signó al 2007. Entre marzo y abril las asambleas fueron de miles, ya no se discutía si se cortaba o no para profundizar, sino que se debatía CUANDO y DÓNDE cortar, el circuito económico. La burocracia y algunos sectores propusieron el circuito turístico.

El MPN estaba en un problema, tenía que parar la radicalización de los docentes y la unidad que la burocracia no podía contener, condición para cerrar un acuerdo a la baja. En el plenario se decidió cortar el circuito turístico, ante la proximidad de Semana Santa. A esto se sumó la presión de las cámaras empresarias y otros sectores políticos, como el intendente de Neuquén, “Pechi” Quiroga, de desalojar las rutas. Ante los cortes que bloquearían el circuito turístico, el gobierno nacional en manos de Néstor Kirchner ofreció enviar a la gendarmería. Sobisch ordenó una brutal represión en Arroyito, donde fue asesinado nuestro compañero Carlos Fuentealba. Este hecho generó una crisis política provincial y nacional, que cambió el eje de la huelga, convirtiéndola en una lucha contra el asesino.

La burocracia de la CTERA Celeste, en ese momento Hugo Yasky, no llamó a un paro nacional para unificar las luchas salariales dejando que cada provincia pelee en soledad por su salario. Sólo convocó a un paro nacional para el 9 de abril, 5 días después del fusilamiento de Carlos. A nivel provincial las burocracias tuvieron la misma lógica, de no unificar entre todos sectores, a pesar de ser parte de la dirección de la CTA. Como lo siguen haciendo ahora, la CTERA cierra acuerdos nacionales que sólo aprueban las burocracias provinciales, en congresos regimentados, casi sin oposición. Sus acuerdos condenan a los docenes en las provincias a luchar en soledad.

 

FUERA SOBISCH

Esta consigna unificó y movilizó a la oposición docente, junto al sindicato ceramistas, otros sectores de trabajadores y estudiantes. Claramente desde la Agrupación Púrpura planteamos que el asesino no podía seguir gobernando, menos aún ser candidato a presidente como pretendía, junto a Macri.

Sobisch estaba cercado porque le soltaron la mano sectores del MPN y Macri, incluso parte de la policía que repudió lo actuado. Sin embargo, hubo un acuerdo entre los partidos políticos que planteaban el juicio político y la burocracia para darle una salida institucional a la crisis, elecciones en paz. La burocracia de Guagliardo (ahora TEP), y la Naranja de Aguirre negociaron con Sobisch en el gobierno. Le dieron el aire que necesitaba para terminar su mandato. Además, canalizaron toda la lucha por justicia por la vía judicial, sin huelga y fuera de las calles. En ese momento impulsamos la consigna “Sólo la lucha traerá justicia”

 

Causa Fuentealba II

Desde el 1 de marzo se llevó adelante el juicio por la causa Fuentealba II, contra la cúpula policial que dirigió y ejecutó la represión de Arroyito en 2007 que culminó con el asesinato del compañero Carlos. El procesamiento de la cúpula es muy importante, pero NO es un triunfo como sostiene la burocracia. Por un lado, porque Sobisch, el responsable político, no fue acusado, ni juzgado, sólo asistió como testigo de los milicos asesinos. Y por otro, porque las condenas serán por abuso de autoridad, o sea mínimas y probablemente excarcelables.

Durante estos dieciséis años la burocracia de Guagliardo y compañía, se encargó de despegar la lucha por justicia, de la salarial y de sacarla de las calles para limitarla al ámbito de los juzgados. Una muestra de ello es que, para el inicio del juicio, lectura de la sentencia y en breve de la condena, la oposición impuso paros y medidas para asistir, ante la falta de una medida provincial que genere conciencia que sólo con lucha y en las calles lograremos imponer justicia, y no en los tribunales. Así también, el TEP trata de suavizar y domesticar la imagen del Compañero Carlos, sacándole la barba y poniéndole un guardapolvo blanco. Este accionar no es ingenuo, trata de ocultar que Carlos fue un obrero, antes de ser docente, que era delegado de su escuela, un militante de izquierda, construía partido y ante todo era antiburocrático.

Rechazamos la consigna que impuso la burocracia del TEP de: “justicia completa”, porque esta consigna la levantaban los sectores que defendían a los militares, durante los juicios por los crímenes de la dictadura militar. Responde a la teoría de los dos demonios que sostiene que hubo excesos y responsabilidades de parte de los militares y de los que la derecha llamaba “subversivos”.

Tenemos el desafío de hacer conocer esta lucha que es historia viva de nuestro Sindicato a las generaciones de trabajadores de la educación que no vivieron esta heroica huelga. Esta experiencia pertenece a la docencia en particular, pero forma parte de la experiencia de todos los trabajadores.

Seguimos sosteniendo como en el 2007, en Arroyito:

¡Sólo la lucha traerá justicia! ¡Carlos Fuentealba, presente!

Sobisch debe ser juzgado como el principal responsable político del asesinato de Carlos

(Nota de MASAS nº432)

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