La Embajada, las multinacionales, los grandes capitalistas, quieren detener el juicio político a la Corte

El Departamento de Estado norteamericano pidió al Gobierno “respetar las instituciones democráticas y la separación de poderes”.

Hubo una gran presión sobre el Congreso por parte de 500 empresarios de poderosos grupos económicos y grandes estudios jurídicos para detener el juicio político, que dirigieron una Carta al Congreso.

Dirigida a la comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados para que “desistan del intento” del proceso contra los cortesanos. No importa que no tengan los votos para sentenciar a los jueces. No quieren que se ventilen las denuncias.

Para todos ellos la Corte está por encima de todos los poderes y lo que decida no puede ser revisado, ni criticado por nadie, aunque sus decisiones violen las leyes y se atribuya facultades legislativas o gubernamentales que no le corresponden. Manteniendo elementos corruptos en sus jerarquías, con total impunidad y haciendo ostentación de ese poder intocable.

Nunca olvidaremos su decisión de querer permitir la liberación de los genocidas de la última dictadura que tan buenos servicios prestó a esos grupos económicos. Decisión que tuvieron que anular por la extraordinaria movilización popular inmediata que los obligó a dar marcha  atrás. ¡Ese fue el mejor juicio político a estos miserables!

Las corporaciones defienden incondicionalmente esta Corte porque asegura todas sus exigencias. Nunca va a cuestionar los crímenes de estas organizaciones contra el país, contra los trabajadores. Dicen que esta garantía es lo que permitirá que lleguen inversiones. Una burla al sentido común: ¿Por qué no vinieron esas inversiones? Si tenían una Corte propia.

La institución del Juicio Político es parte de la Constitución Nacional. Es el mecanismo previsto para enjuiciar a los miembros de la Corte. No están planteando tribunales populares ni cosa que se le parezca, simplemente están planteando un Juicio Político que se rige por las reglas ya establecidas.

¿Qué es lo que temen los empresarios, qué temen los Jueces? Qué es lo que no quieren que se ventile. Su poder también se basa en la oscuridad, en el ocultamiento de sus acciones, lejos del escrutinio público.

La cabeza de la Justicia podrida y descompuesta, corrupta, no podrá ser reformada, aunque cambien a todos sus hombres, aunque aumenten la cantidad de Jueces. El sistema no se puede reformar. Es parte de una máquina descompuesta que debemos tirar al basurero de la historia.

Los empresarios que firman la carta amenazan al Congreso con “un período de turbulencia política” si no da marcha atrás con su iniciativa.

La iniciativa empresaria estuvo bajo la coordinación de Guillermo Lipera (ex presidente del Colegio de Abogados de la Ciudad), Juan Vaquer (presidente de ACDE) y Santiago Mignone (tesorero de IDEA). Empresarios como Enrique Cristofani (Banco Santander), Roberto Murchinson (Grupo Murchinson), Gerardo Cartellone (Grupo Cartelone), Nicolás Braun (La Anónima), Luis Bameule (ex Quickfood), Lisandro Bril (Axia Ventures) y Alejandro Elztain (CRESUD), rubricaron el documento que reúne unas 500 firmas. También firmó Amcham y Ledesma.

Ellos son la minoría más concentrada del país, dueños de los grandes medios de producción, fugadores, vaciadores, saqueadores del país, explotadores.

Sólo habrá Justicia para las mayorías cuando se puedan organizar verdaderos tribunales populares, apoyados en la movilización de masas, para terminar con todos los crímenes de la dictadura del capital.

 

(nota de MASAS nº429)

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