Milei y la cuestión del Estado

En muy pocas oportunidades aparece en la campaña electoral un planteo sobre ideas, sobre programa, como hace Milei, desde una posición muy clasista, burguesa, de defensa de la gran propiedad privada. El resto de los candidatos patronales oculta que defiende esos mismos intereses y evita entrar en debate en ese terreno. 

Milei no tiene como objetivo destruir el Estado sino fortalecerlo para que pueda cumplir mejor su papel de dictadura del capital, levantar todas las trabas y regulaciones para que los capitalistas puedan incrementar sus ganancias sin límites y pagar menos impuestos. Dice Milei: “La única función del Estado es proporcionar a los ciudadanos el ejército, la policía y los tribunales, y ¿para qué los tribunales? con el fin de hacer cumplir los derechos de propiedad”. “El Estado es un aparato de coerción que tiene el monopolio de la fuerza”. “El Estado es la manifestación institucional de la violencia”.

Cuando habla de defender el derecho a la propiedad se refiere a la gran propiedad de los medios de producción, a los campos, las minas, las represas, los pozos petroleros, los bancos, las fábricas, etc. Todo el tiempo resalta esta cuestión como central. La propiedad que posee menos del 1% más rico de la sociedad. Propiedad que es el resultado de la apropiación por parte de una minoría muy pequeña de la sociedad de la riqueza producida por el trabajo de la mayoría, propiedad producto del saqueo violento de las riquezas y los recursos, de la explotación del trabajo humano. 

No podemos dejar de decir que coincidimos plenamente con su definición del Estado burgués. Esa es la esencia del Estado. Pero la violencia y coerción del Estado es ejercida contra la mayoría oprimida y no como pretende Milei que sería contra los “pobres capitalistas” a los que obligan a pagar impuestos.  

Una y otra vez repite que el “Estado es una organización criminal” porque “los impuestos no se pagan voluntariamente sino a punta de pistola”, que los impuestos a los capitalistas deben ser rebajados y algunos eliminados. ¿Por qué? Porque dice que afectan el derecho de propiedad, que el Estado “roba” a los capitalistas para financiarse, para poder sostener derechos de otros. Cuando menciona reducir o eliminar impuestos no se refiere a los impuestos que pagamos los trabajadores, sino los capitalistas. Su apelación “moral” aplica al cobro de impuestos a los capitalistas, no al origen de la propiedad privada.

Dice Milei a The Economist: “…el Estado utiliza los recursos que nos roba vía impuestos para lavarnos la cabeza y hacernos creer que el Estado es útil, cuando en realidad el Estado es sólo destrucción”. “En realidad se trata de una organización criminal a gran escala. Peor que el ladrón común. Haz cuentas: ¿cuántas veces te roba un ladrón común en un año? El Estado te roba todos los días, todo el tiempo”. Milei no deduce de estas afirmaciones que haya que destruir el Estado.

Sólo los revolucionarios intervenimos en las elecciones haciendo propaganda de nuestra ideas, de nuestro programa, de que es necesaria una revolución social para terminar con la dictadura del capital, destruir su Estado, expropiar la gran propiedad para transformarla en propiedad social (de todos en general y de nadie en particular), para comenzar a construir una nueva sociedad, socialista. Que este es el paso imprescindible para desbloquear las fuerzas productivas, para conquistar la soberanía nacional. Que la revolución social protagonizada por la gran mayoría de los oprimidos impondrá su propio gobierno obrero-campesino basado en sus organizaciones estableciendo por vez primera la democracia, la democracia de la mayoría (eso será la dictadura del proletariado). Esa revolución que comienza en el terreno nacional deberá expandirse, proyectarse, a la arena internacional. La bandera del comunismo es “dé cada quien según sus posibilidades a cada quien según sus necesidades” en el sentido exactamente contrario al que pregona Milei.

El Estado nació históricamente con la aparición de la propiedad, para garantizar que una minoría se apropie del excendente que producía la sociedad, y luego se fue perfeccionando conforme se fue transformando la sociedad, previamente el hombre vivió miles de años sin Estado. Sólo terminando con la gran propiedad se puede empezar a terminar con el Estado, el objetivo de los comunistas es la desaparición del Estado que no será necesario cuando ya no existan antagonismos de clase irreconciliables en la sociedad.

(Nota de MASAS Nº442)

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